Una señal de promesa
━━━━ ❈ ━━━━
Un denso silencio llenó el carruaje cuando se detuvo junto a la orilla del río. El cochero, habiendo conducido discretamente a la parte menos frecuentada del camino, dejó su asiento y se alejó. Pero dentro, ni William ni Candy hablaron hasta que la puesta de sol alcanzó su punto máximo. Él la miraba a ella, y ella miraba sus manos intranquilas.
—¿Solo nos vamos a mirar así? —La voz de William cortó el viento balsámico que llevaba la fragancia fresca del río.
Candy levantó la cabeza en un sobresalto. Sus ojos se encontraron en el rojo del atardecer.
—¿Qué era lo que querías decirme? —preguntó con calma.
Ella retrocedió ante la insípida pregunta. Estaba agradecida de que el cielo comenzara a oscurecer, porque ahora podía ocultar su rostro sonrojado. No se había sentido nerviosa cuando se escabulló de la casa White y tomó un carruaje hasta el puente. Incluso cuando estuvo parada en ese puente esperando al duque, se había sentido llena de valentía. Todo lo que tenía que hacer era devolver la ropa, disculparse y prometer pagar la deuda, pero ahora, frente a él, esa valentía huyó por distintos caminos. Respiró profundo y pensó en lo que había ido a hacer allí.
—En primer lugar, vine a devolver esto. —Candy se recompuso y le tendió una caja grande. Dentro estaba el abrigo con el que el príncipe la había envuelto esa noche.
—¿No había ningún sirviente en la familia White que pudiera hacer este recado?
—Quería devolverlo yo misma.
—¿Por qué?
Su mirada agobió a Candy y ella bajó los ojos.
—Solo quería decir gracias y... lo siento.
—¿Lo siento?
—Por mi culpa, fuiste acusado falsamente. Yo fui quien lastimó al señor Heinz, y ahora hay un falso rumor de que estaban peleando...
—¡Oh eso! —William interrumpió a Candy de manera casual—. No es un rumor falso.
—¿Qué? —Lo miró fijamente por primera vez. Su sombrero, decorado con flores de colores, rebotaba con su movimiento.
William notó su atuendo por primera vez. Vestida de rosa claro, encaje blanco y una variedad de flores y cintas, Candy le recordó a un pastel de bodas ambulante.
Regresó a la conversación abruptamente.
—Lo golpeé.
—¿Golpearlo? ¿Tú lo golpeaste? ¿Por qué?
—Justicia. Se lo merecía —dijo William, un poco travieso. La ingenua reacción de Candy lo divirtió—. Tenía diez veces más moretones de los que le dejaste tú. Así que no es realmente una acusación falsa.
—Pero, ¿no te lastimaste?
Él se echó a reír. Ese fue un giro inesperado. ¿Ella estaba preocupada por él?
—¡Qué sorpresa! La señorita que me agredió está preocupada por mí.
—¡¿Agredirte?! ¿Qué quieres decir? Ese día, cuando...
—Todo está bien. —Sonrió suavemente—. Verás, los rumores no son acusaciones falsas, así que no tienes necesidad de disculparte. La situación está atendida. ¿Tenías algo más para decir?
![](https://img.wattpad.com/cover/354047947-288-k118570.jpg)
ESTÁS LEYENDO
FLOR VENDIDA
RomanceLady Candice es lanzada al mercado matrimonial tras ser engañada con la promesa de que si accedía a ser una debutante, podría conservar la propiedad de sus abuelos, los barones de Lanyer, quienes estaban en una precaria situación financiera. El prí...