Monster High - One shots

Frankie Stein

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Frankie Stein

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Frankie Stein llevaba solo una semana en Monster High, pero aún se sentía como la nueva del lugar. Aunque sus amigas la habían acogido con los brazos abiertos, había tantas cosas que aprender, tantas reglas no escritas que seguir y ni hablar de los rumores que recorrían los pasillos como ráfagas de viento.

Aquella tarde, después de clases, Frankie estaba sentada en una de las bancas del patio de la escuela, repasando con curiosidad a los monstruos que pasaban de un lado a otro. Fue entonces cuando la vio.

T/N.

La hija de cazadores.

Era imposible no notarla. Su presencia se imponía con naturalidad, irradiando una mezcla de peligro y misterio. No era un monstruo común ni tampoco una humana normal. Su piel pálida tenía un leve tono grisáceo, una herencia de su lado zombie, mientras que sus ojos eran de un color inusualmente brillante, contrastando con las ojeras sutiles que enmarcaban su mirada. Su cabello caía en una cascada de mechones salvajes, oscuros con reflejos plateados, resaltando la cicatriz que cruzaba su mejilla derecha, un recordatorio de su naturaleza híbrida. Vestía de manera sencilla pero intimidante: una chaqueta de cuero sobre una camiseta desgastada y pantalones ajustados con rodilleras reforzadas, como si estuviera lista para el combate en cualquier momento. Sus botas pesadas hacían eco contra el suelo de piedra con cada paso que daba, pero lo que más llamaba la atención era su fuerza.

Frankie la vio levantar, con una sola mano, una mesa que había quedado desequilibrada después de que un grupo de ghouls pasara corriendo por el pasillo. Ni siquiera pareció hacer esfuerzo. La fuerza sobrehumana era común en muchos monstruos, pero en alguien con su herencia humana eso era algo impresionante.

Y entonces, T/N levantó la vista.

Frankie sintió que una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo—y esta vez no era porque sus tornillos en el cuello estuvieran descargándose accidentalmente. Sus ojos se encontraron por un segundo, un segundo eterno, y por primera vez desde que llegó a Monster High, Frankie no supo qué hacer. Su rostro se tornó de un suave tono verdoso, un sonrojo que delató su sorpresa y algo más.

—¡Miren eso! —Exclamó Clawdeen con una sonrisa astuta.

Draculaura, Lagoona y Cleo se acercaron inmediatamente, siguiendo la dirección de su mirada.

—Oh, vaya... ¿Frankie tiene un crush? —Preguntó Draculaura, cubriéndose la boca con una risita.

—¡No es cierto! —Protestó Frankie, aunque la electricidad chisporroteando en las puntas de su cabello la traicionaba.

—Mmm... si se sonroja más, va a parecer un árbol de Navidad—Bromeó Cleo, acomodándose su diadema dorada.

Frankie intentó ignorarlas, pero su mirada regresó involuntariamente a T/N. Para su horror y emoción, la chica todavía la estaba mirando, aunque ahora con una expresión indescifrable.

—Bueno, si te gusta, ¿por qué no hablas con ella? —Sugirió Lagoona con naturalidad.

—¡¿Hablar?! ¡No puedo hacer eso! Apenas puedo decir "Hola" sin meter la pata con alguien nuevo... —Frankie sintió que su voz salía entrecortada.

—Claro que puedes, ghoul —Dijo Clawdeen, dándole un suave empujón—Ve, antes de que se vaya.

Frankie tragó saliva. Estaba a punto de hacer algo que jamás había planeado, acercarse a T/N. Sus botas hacían un leve chasquido con cada paso, y sentía que cada chispa de su cuerpo se intensificaba con los nervios. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, T/N la observó con una ceja arqueada.

—Tú eres... Frankie Stein, ¿no? —Su voz era profunda, con un tono curioso.

—S-sí. Frankie. Stein ¡Así es! —Se apresuró a responder, sintiendo que cada palabra tropezaba con la anterior.

—Te he visto por aquí —Comentó T/N, cruzándose de brazos—¿Necesitas algo?

Frankie abrió y cerró la boca varias veces antes de lograr responder.

—¡Sí! Digo... no. Bueno, tal vez. Solo quería... decir hola.

La expresión de T/N cambió, suavizándose apenas.

—Hola, entonces.

Un silencio incómodo se extendió entre ambas. Frankie sintió que estaba perdiendo la oportunidad, así que rápidamente soltó.

—Vi cómo levantaste esa mesa como si fuera una pluma. Eres increíblemente fuerte.

T/N la miró con atención antes de encogerse de hombros.

—Supongo. Es parte de mi naturaleza.

—¿Por ser mitad zombie?

—Eso y... entrenamiento —T/N sonrió de lado, una sonrisa que a Frankie le pareció terriblemente encantadora— ¿Te interesa el combate?

—¡Oh! Bueno, nunca lo he intentado. No sé si mis tornillos aguanten un golpe muy fuerte —Rió nerviosa.

Para su sorpresa, T/N también soltó una leve risa.

—Tal vez podríamos entrenar juntas algún día. Podrías sorprenderte de lo que puedes hacer.

Frankie sintió que su corazón o lo que fuera que le diera energía vital daba un salto "¿Había sido eso... una invitación?"

—¡Me encantaría!

T/N asintió, y justo cuando Frankie pensó que ya no podía estar más nerviosa, sintió una chispa salir de sus dedos y saltar hacia la mano de T/N.

—¡Oh, lo siento! A veces... cuando me emociono, eso pasa —Se disculpó avergonzada.

Pero en vez de molestarse, T/N observó su mano y luego la miró con un brillo divertido en los ojos.

—No hay problema. Tal vez un poco de electricidad me despierte mejor que el café.

Frankie sintió que se derretía en su lugar. Desde la distancia, sus amigas miraban con orgullo.

—Dije que podría hacerlo —Sonrió Clawdeen.

—Tal vez al final, la chispa entre ellas sea literal y figurada —Dijo Draculaura con un guiño.

Frankie, por su parte, no podía creerlo. Había hablado con T/N y, más que eso le había gustado.

Tal vez Monster High no sería tan difícil después de todo.