"El zoológico"

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Capítulo 2:

"El zoológico"

-"Tranquila cariño, ahora estoy yo..."

Esas palabras quedaron grabadas en la mente de la pequeña Tabatha. Hace tan solo diez años que viven con la hermana de su madre y su odiosa familia.

-¡LEVANTENSEN!- grito Petunia.

-Buenos días, Harry.- su hermano seguía con los ojos cerrados.

-¿Cómo dormiste, Tabit?- se incorporo en el pequeño catre mientras tomaba sus gafas.

-¡LEVANTENSEN! ¡NO ME OBLIGUEN A ENTRAR!- amenazo Petunia desde afuera.

-Buenos días tía Petunia.- la joven salió de la alacena y miro a su tía.

-Era hora que se levantaran, ve a la cocina y procura que el café no se queme y que lo huevos este en el punto justo que le gusta a Vernon, vigila el beicon y prepara jugo para Dudley.- sin decir más subió las escaleras dejando a la pelirroja sola en el medio del pasillo.

-Te espero en la cocina.- le susurro a su hermano.

En la cocina solo estaba la pava con el agua en el fuego, tomo de la alacena una sartén y le puso un poco de aceite. Tomo de la heladera un plato con beicon, huevos y unas cuantas naranjas.

-¿Cuándo será el día en que podamos independizarnos y salir de este lugar?- dijo Harry al entrar.

-Pronto, pero al menos debemos darles las gracias por habernos dejado quedarnos con ellos, otros nos hubieran dejado en la calle.- murmuro mientras exprimía las naranjas.

Por la puerta entro el tío Vernon, tan "Contento" como siempre.

-Aquí tienes tío, y por cierto buenos días.- el hombre la miro y soltó un gruñido.

Por el mismo lugar que entro Vernon, entraron su esposa y su hijo.

-He aquí, el mejor y más lindo cumpleañero de toda la época.- beso la redonda mejilla de su hijo y miro a sus sobrinos como si hubieran hecho algo malo.

-Feliz cumpleaños, Dudley.- su primo sonrío ante la pequeña pelirroja.

-Y tú Harry, ¿No tienes que decirle algo?- pregunto Petunia.

-Claro, feliz cumpleaños.- el otro niño lo miro y en su mente parecía querer matarlo.

El teléfono sonó y Petunia corrió a contestarlo.

-¿Buenas? Señora Figgs... no se haga problema... claro para la próxima será.- al volver a la cocina, puso una cara de haber visto un fantasma.

-¿Qué quería la señora Figgs?- pregunto detrás del diario Vernon.

-No podrá cuidarlos hoy, se fracturo una pierna.- su esposo no dijo nada.

-¡VERNON!- grito haciendo que a su esposo se le caiga el diario.

-No te enojes, llamaremos a Marge.- comento encontrando una salida rápida.

-No seas tonto, ella los detesta, por lo menos al chico.- al parecer le daba igual que sus sobrinos estuvieran presente.

Dudley, comenzó a "llorar".

-No... quiero... que... vayan... siempre... lo... arruinan...todo.- "sollozo" el niño

-Tranquilo bebe, mamá hará todo lo posible para que no te arruinen el día.- lanzo una mirada asesina al hijo de su hermana.

-Podemos quedarnos solo.- propuso la pequeña Tabatha.

-Claro y para cuando volvamos encontrar la casa en ruina.- ironizo.

Al matrimonio Dursley, no le quedo más remedio que llevar a sus sobrinos al zoológico con ellos.

Ninguno de los mellizos Potter, creía estar en la parte trasera del auto de su tío, rumbo al zoológico. La emoción era tanta que no les entraba en el rostro.

Al llegar, se sorprendían con lo primero que veían, esa era la salida más fantástica que habían tenido en sus diez años de vida. Todo les parecía una aventura, ver a los gorilas les hacía acordar a su primo Dudley, ver a las focas al tío Vernon y las jirafas eran el mismo calco de Petunia cuando quería escuchar los problemas que tenían los vecinos.

Llegaron a "La Casa de los Reptiles", lugar donde sin pensarlo Tabatha se aferro al brazo de su mellizo.

-Harry esa serpiente me está mirando.- le susurro al oído.

El niño giro la cabeza y se encontró con los hipnotizan tes ojos de una cobra que sacaba la lengua y movía de una forma rara el cuello, era como si los llamase a ambos.

-Es solo un reptil, no tengas miedo.- se quedo más tranquila ante las palabras de su hermano pero de todas formas no pensaba soltarlo.

-¡PAPÁ! Mira que serpiente más grande, ¡despiértala!- ordeno Dudley. Como siempre, Vernon cumplía con lo que su hijo pedía.

-¡HEY TÚ! ¡DESPIERTA!- con los nudillos golpeaba el vidrio, pero el animal ni se movía ni abría los ojos.

-No funciona.- a su hijo no le gusto que se rindiera tan fácil.

-¡SIGUE INTENTANDO!- chillo.

Ambos Potter, miraban como el vidrio vibraba por los golpes.

-Que bestia que son, pobre animalito, deberían dejarlo en paz.- susurro Tabatha.

-Gracias por decir esas palabras.- dijo una voz que arrastraba las palabras.

-¿Escuchaste eso Harry?- miro asustada como su hermano asentía.

-No se asusten, soy inofensivo.- volvió a decir la voz.

-¿Acaso será...?- los dos miraron a gran cubículo en donde estaba la gran serpiente despierta.

-Si soy yo, no deben temerme solo quiero hablar con alguien.- a Tabatha le dio pena como la hablaba la serpiente.

-¿De dónde eres?- pregunto Harry.

El animal señalo con la cola un gran cartel:

"... esta especie proviene de Brasil". Eso se podía leer en las primeras líneas de color rojo.

-¿Así que vienes de Brasil? ¿Cómo es allá?- pregunto emocionada la niña. La serpiente volvió a señalar el cartel.

"... Brasil, se caracteriza por criar a esta especie en los más grandes zoológicos..."

-Naciste en cautiverio.- el animal asintió lentamente con la cabeza.

-Entonces, ¿No sabes lo que es vivir en libertad?- los ojos de la pitón, reflejaban tristeza.

-No mi niña.- su tono de voz era melancólico

-Nosotros tampoco.- Harry tomo la mano de su hermana y volvieron a ver a la serpiente.

-¡PAPÁ! Ya se despertó.- Dudley apoyo la nariz contra el vidrio mientras observaba al gran reptil. De un momento a otro, el niño pasó a estar detrás del vidrio a estar dentro del recinto del animal.

-¡DUDLEY!- gritaba su madre tratando de ayudarlo, pero salió espantada cuando la serpiente se deslizo por el cuerpo del niño y toco el frió piso de "La Casa de los Reptiles". El guardia del lugar no se explicaba cómo es que no se haya roto el vidrio para que se pueda escapar.

Como siempre miraron con odio a los mellizos que estaba parados al lado del cubículo.

-Estamos en problemas.- murmuro Harry.


Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora