"La poción de Lupin"

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Capítulo 12:

"La poción de Lupin"

Hermione me acompaño al baño de chicas del segundo piso. Cerró la puerta con un hechizo, mientras que escuchábamos a Myrtel reía y revoloteaba por encima de nosotras.

-¿Qué fue eso?-pregunté luego de unos segundos.

-Eso fue tu Boggart.-me explicó, acariciando mi brazo.- Pero, ¿eso es a lo que le temes?-asentí lentamente.

-¿Creen los Dementores tuvieron algo que ver?-quise saber con la voz ahogada.

-Según lo que he estado investigando, ellos se encargan de sacar los peores recuerdos de uno. Eso explica por qué dijiste que escuchaste a una mujer gritando cuando de te atacaron en el tren.-ella hizo una leve pausa.-Tal vez al pensar en eso nuevamente te hizo revivir ese momento.-no supe que decir, solo pasé mis manos por mi rostro intentando no llorar más.-Será mejor que hagas caso al consejo del profesor Lupin, deberías comer un poco de chocolate.

Las dos salimos del baño dejando a Myrtel revoloteando nuevamente. Mione puso rumbo a la sala común de Gryffindor mientras yo tomaba el camino que iba a las cocinas, Fred y George, me explicaron cómo llegar y como entrar en segundo año. Al llegar al cuadro de las frutas le hice cosquillas a la pera con la punta de mis dedos. Qué cosa más tierna. Los gemelos me habían explicado que ahí trabajaban los elfos y en cuanto puse un pie ahí, me vi rodeada de diez cabecita que me miraban con ojos saltones.

-¿Qué se le ofrece?-preguntó uno con voz chillona.

-¿Chocolate?-

-¡Chocolate!-comenzaron a gritar dando vueltas por todos lados.

-Solo necesito una taza.-alcancé a decir.

-Que sean dos.-voltee encontrándome con el profesor Lupin detrás de mí.- ¿Qué tal, Tabatha?-preguntó ubicándose junto a diminuto taburete.

-Creo que bien.-respondí encogiéndome de hombros. Me rasqué la cabeza un tanto nerviosa. El profesor me sonrió y me invitó a que me sentase junto a él.-Tengo una duda...-comencé.

-¿Quieres saber el significado de tu Boggart?-asentí lentamente.- Era de saber.-murmuró.- Bueno, como explique, los Boggarts sacan lo que más uno teme; en este caso tu miedo es la muerte, pero más en especifica la de tu madre. Si mal no recuerdo, solo tenías un año cuando ella murió.-

-Mis profesores de la escuela Muggle decían que tengo muy buena memoria y que soy buena reteniendo información.-

-Eso es más que claro, aparte otros profesores dicen lo mismo de ti.-acomodé uno de mis mechones detrás de mí oreja, ocultando un notable sonrojo.

-¿Existe la posibilidad de que mi miedo tenga algo que ver con los Dementores?-el profesor asintió.

-Eso debió haberlo removido haciendo que saliese a la luz.-él le sonrió a un elfo que dejó las tazas y me paso una.- ¿Adicta al chocolate?-reí un poco tomando entre mis manos la humeante taza.-Somos dos.-los dos bebimos el contenido en silencio, algunas veces se nos acercaban algún que otro elfo a ofrecernos galletas o a preguntarnos si necesitábamos algo.- Lleven dos tazas más a mi despacho.-le dijo a uno con su típico tono suave.-Si me disculpas, Tabatha, el deber llama.-él se puso de pie y se alejó para luego desaparecer por el retrato.

*.*.*

Al fin había llegado el primer sábado en que iríamos a Hogsmeade. Todos los de tercero estábamos reunidos en el patio frente a McGonagall y a Filch.

-Y recuerden, las visitas a Hogsmeade son un privilegio.-decía la profesora.- Si su comportamiento es malo en la escuela, ese privilegio no se les volverá a dar.-detrás de péndulo gigante, Harry corría mientras agitaba una hoja.- Si el permiso no está autorizado, no podrás acompañarnos. Son las reglas, Potter.-

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora