El Giratiempo (parte dos)

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Capítulo 28:

El Giratiempo (parte dos)

-Habrá que moverse.-dijo Harry, pensando.- Tenemos que ir donde podamos ver el sauce boxeador o no nos enteraremos de lo que ocurre.

-De acuerdo.-acoró Hermione, sujetando la cuerda de Buckbeak aún más firme.- Pero hemos de seguir ocultos, Harry, recuérdalo.-se movieron por el borde del bosque, mientras caía la noche, hasta ocultarse tras un grupo de árboles entre los cuales podían distinguir el sauce.

-¡Ahí está Ron!-exclamó el azabache de repente. Una figura oscura corría por el césped y el aire silencioso de la noche les transmitió el eco de su grito.

-Aléjate de él..., aléjate... Scabbers, ven aquí...-y entonces vieron a otras tres figuras que salían de la nada. Harry se vio a sí mismo, a Hermione y a Tabatha siguiendo a Ron. Luego vio a Ron lanzándose en picado. -¡Te he atrapado! Vete, gato asqueroso.

-¡Ahí está Sirius!-siguió el joven Potter. El perrazo había surgido de las raíces del sauce. Lo vieron derribar a Harry y sujetar a Ron.-Desde aquí parece incluso más horrible, ¿verdad?-añadió mientras el perro arrastraba a Ron hasta meterlo entre las raíces.- ¡Eh, mira! El árbol acaba de pegarme. Y también a ti. Pobre Tabatha.-negó varias veces con la cabeza, mirando a su hermana, esquivando otra rama.- ¡Qué situación más rara!

El sauce boxeador crujía y largaba puñetazos con sus ramas más bajas. Podían verse a sí mismos corriendo de un lado para otro en su intento de alcanzar el tronco. Y de repente el árbol se quedó quieto.

-Crookshanks ya ha apretado el nudo.-explicó Hermione.

-Allá vamos...-murmuró Harry.-Ya hemos entrado.-en cuanto desaparecieron, el árbol volvió a agitarse. Unos segundos después, oyeron pasos cercanos. Dumbledore, Macnair, Fudge y el anciano de la Comisión se dirigían al castillo.

-¡En cuanto bajamos por el pasadizo!-dijo Hermione.- ¡Ojalá Dumbledore hubiera venido con nosotros...!-

-Macnair y Fudge habrían venido también.-repuso Harry con tristeza.- Te apuesto lo que quieras a que Fudge habría ordenado a Macnair que matara a Sirius allí mismo.-Vieron a los cuatro hombres subir por la escalera de entrada del castillo y perderse de vista. Durante unos minutos el lugar quedó vacío. Luego...

-¡Aquí viene Lupin!-dijo Harry al ver a otra persona que bajaba la escalera y se dirigía corriendo hacia el sauce. Harry miró al cielo. Las nubes ocultaban la luna. Vieron que Lupin cogía del suelo una rama rota y apretaba con ella el nudo del tronco. El árbol dejó de dar golpes y también Lupin desapareció por el hueco que había entre las raíces.

-¡Ojalá hubiera agarrado la capa!-dijo Harry.- Está ahí... -se volvió a Hermione.- Si saliera ahora corriendo y me la llevara, no la podría tomar Snape.

-¡Harry, no nos deben ver!-

-¿Cómo puedes soportarlo?-le preguntó con irritación.- ¿Estar aquí y ver lo que sucede sin hacer nada?-dudó.- ¡Voy a por la capa!

-¡Harry, no!-Hermione sujetó a lo detuvo a tiempo por la parte trasera de la túnica. En ese momento oyeron cantar a alguien. Era Hagrid, que se dirigía hacia el castillo, cantando a voz en grito y oscilando ligeramente al caminar. Llevaba una botella grande en la mano.- ¿Lo ves?-susurró Hermione.- ¿Ves lo que habría ocurrido? ¡Tenemos que estar donde nadie nos pueda ver! ¡No, Buckbeak!-el hipogrifo hacia intentos desesperados por ir hacia Hagrid. Harry aferró también la cuerda para sujetar a Buckbeak. Observaron a Hagrid, que iba haciendo eses hacia el castillo. Desapareció. El hipogrifo cejó en sus intentos de escapar. Abatió la cabeza con tristeza. Apenas dos minutos después las puertas del castillo volvieron a abrirse y Snape apareció corriendo hacia el sauce, en pos de ellos. Harry cerró fuertemente los puños al ver que Snape se detenía cerca del árbol, mirando a su alrededor. Cogió la capa y la sostuvo en alto.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora