Los Mellizos Potter |Cancelada|

"Pelirrojos al rescate"

Capítulo 5:

"Pelirrojos al rescate"

Tal como lo había prometido, Vernon, puso en marcha el plan "el encarcelamiento de los Potter". Mientras subía los escalones de una escalera, sostenía en una soga, la futura reja que iría en la habitación de Tabatha. Ella desde el interior, miraba y suspiraba, al ver que ni ella ni su hermano tendrían escapatoria.

- Adiós Hogwarts, adiós amigos, adiós vida.- la única compañía que tendría la pelirroja, sería la de su lechuza.

-Solo seremos tú y yo, Phoebe.- el animal giraba para todos lados la cabeza mirando a su dueña.

-Tabatha.- dijo la voz de su tía detrás de la puerta. La niña se levanto de su cama y se acerco para abrirle.

-¿Deseas algo, tía Petunia?- la mujer iba a decir algo, pero se quedo mirando un pequeño retrato que se encontraba en la mesa de luz de su sobrina.

-¿De... donde la sacaste?- pregunto señalando la foto en movimiento.

-Fue un regalo.- Petunia, se acerco y tomo el cuadro. En él se observaba a Lily y James, cargando a ambos mellizos recién nacidos. La mujer no dijo nada, soltó la foto y salió de la habitación.

La pelirroja, miro confundida a su lechuza para luego acomodar la única foto en la que se podía mostrar que antes los Potter, eran una familia.

Los días pasaban y el castigo no disminuía. Tabatha, en las noches lloraba, quería salir y tomar la mano de su hermano para jamás tener que volver.

"Tranquila, cariño, ahora estoy yo". Esa frase se hacía cada vez más presente en su cabeza.

-¿¡Dónde estás cuando te necesito?!- grito en voz baja mientras las lágrimas volvían a salir, inundando sus ojos color avellana y enterrando su cabeza en su almohada.

Cerca de las 10:00 pm. Petunia, entro en la habitación y dejo sobre una mesa un plato de comida.

-Aquí tienes.- dijo antes de salir.

No se molesto en levantar la cabeza y agradecer, solo se quedo con los ojos cerrados boca abajo.

Eran las 11:30 Pm, ya todos estaba durmiendo, pero ella no. Seguía despierta mirando por la ventana. Miro por unos instantes la luna y volvió a su cama.

Pasaron diez minutos y un ruido la despertó, miro por la ventana y no vio nada. Sintió como la puerta de su habitación comenzaba a abrirse, un poco se asusto pero cuando vio dos cabezas pelirrojas, una enorme sonrisa.

-¡Fred, George!- grito casi en un susurro para evitar despertar a sus tíos.

-¡Pequeña Potter! Rápido, toma tus cosas, debemos irnos.- entre los tres juntaron las cosas y salieron a la habitación de Harry.

-¡Ronnie!- los dos amigos se abrazaron por unos segundos para luego salir.

-Debemos apurarnos si queremos irnos de aquí.- comento Fred.

-¿Pero cómo lo haremos específicamente?- cuestiono la pelirroja. Los tres pelirrojos, señalaron con la cabeza un auto color turquesa que flotaba en la ventana de Harry.

Sin decir más, los gemelos guardaron las cosas en el baúl y subieron, Harry estaba a punto de subir, cuando Hedwig comenzó a batir sus alas asustada.

-Casi lo olvido.- comento Harry, tomando la jaula de su ave.

Los pasos de Vernon, se sentían en el pasillo.

-¡Harry, apúrate!- grito Ron desde el auto.

Justo cuando el azabache, estaba subiendo al escritorio, la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a los tres Dursley. Vernon, tomo del tobillo a su sobrino impidiendo que se vaya. Desde el interior, George y Ron tiraban evitando que lo agarren.

Entre los tres siguieron haciendo fuerza, pero cuando Fred arranco, Vernon, cayó por la ventana dejando libre a su sobrino.

-¡Nos vemos el próximo verano!- grito desde la ventana el azabache.

-Por cierto, feliz cumpleaños.- les dijo Ron sonriéndoles.

Ahora irían a un lugar más tranquilo donde no haya ninguna reja que los encarcele, irían con los Weasley. Tabatha estaba sentada en las piernas de George, miro por la ventana y apoyo su cabeza en el hombro del pelirrojo cerrando los ojos.