La Marca Tenebrosa y sus varitas desaparecidas (parte 2)

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Capítulo 9

La Marca Tenebrosa y varitas desaparecidas (parte 2)

Tabatha no podía sacarle de encima la mirada la mini Marca Tenebrosa. Era una calavera que subía por su cadera y no medía más de cinco centímetros, lo más espeluznante era la lengua en forma de serpiente que le salía de la boca.

-¿Cómo demonios pudo cambiar?-preguntó Ron, pasmado. La original Marca, se alzaba más y más, resplandeciendo en una bruma de humo verdoso, estampada en el cielo negro como si se tratara de una nueva constelación.

De pronto, el bosque se llenó de gritos. Harry no comprendía por qué, pero la única causa posible era la repentina aparición de la calavera, que ya se había elevado lo suficiente para iluminar el bosque entero como un horrendo anuncio de neón. Buscó en la oscuridad a la persona que la había hecho aparecer, pero no vio a nadie.

-¡¿Quién está ahí?!-gritó de nuevo.

-¡Harry, vamos, muévete!-pidió Hermione tomándolo de la parte trasera de su camiseta y tirando de él.

-¿Qué pasa?-preguntó el azabache, sobresaltándose al ver la cara de ella tan pálida y aterrorizada.

-¡Es la Marca Tenebrosa, Harry!-chilló la pelirroja, luego de haber vuelto en sí.- ¡El signo de Quien-tú-sabes, James!

-¿El de Voldemort?-

-¡Por el amor de Dios, hermano!-se lamentó.- ¡No lo nombres!-Tabatha reaccionó y comenzó a tironear del brazo de su mellizo.- ¡Vamos, Harry!

Él se volvió, mientras Ron recogía a toda prisa su miniatura de Krum, y los cuatro se dispusieron a cruzar el claro. Pero tan sólo habían dado unos pocos pasos, cuando una serie de ruiditos anunció la repentina aparición, de la nada, de una veintena de magos que los rodearon.

-¡AL SUELO!-ordenó Harry, obligándolos a tirarse sobre la hierba.

-¡Desmaius!-gritaron las veinte voces. Hubo una serie de destellos cegadores. Al azabache se le despeinó, aún más, el cabello. Chorros de luz roja salían de las varitas de, pasaban por encima de ellos, cruzándose, rebotaban en los troncos de los árboles y se perdían luego en la oscuridad.

-¡Alto!-gritó una voz familiar.- ¡ALTO! ¡Es mi hijo!-el pelo de Harry volvió a asentarse. Levantó un poco la cabeza. El mago que tenía delante acababa de bajar la varita. Al darse la vuelta vio al señor Weasley, que avanzaba hacia ellos a zancadas, aterrorizado.- Ron... Harry...-su voz sonaba temblorosa.-Chicas... ¿están bien?

-Apártate, Arthur.-ordenó la voz fría y cortante del señor Crouch. Él y los otros magos del Ministerio estaban acercándose. Harry se puso en pie de cara a ellos. Crouch tenía el rostro crispado de rabia.- ¿Quién de ustedes lo ha hecho?-inquirió bruscamente, fulminándolos con la mirada.- ¿Quién de ustedes ha invocado la Marca Tenebrosa?

-¡Nosotros no hemos invocado eso!-exclamó el azabache, señalando la calavera.

-¡No hemos hecho nada!-añadió Ron, frotándose el codo y mirando a su padre con expresión indignada.- ¿Por qué nos atacan?

-¡No mienta, señor Potter!-gritó el señor Crouch. Seguía apuntando a Ron con la varita, y los ojos casi se le salían de las órbitas.- ¡Lo hemos descubierto en el lugar del crimen!

-Barty...-susurró una bruja vestida con una bata larga de lana.- Son niños, Barty. Nunca podrían haberlo hecho...

-Díganme, ¿de dónde ha salido la Marca Tenebrosa?-preguntó apresuradamente el señor Weasley.

-De allí.-señalaron la castaña y la pelirroja. Sus manos temblaban al señalar el lugar del que había partido la voz.

-Estaban detrás de los árboles. Gritaron unas palabras...un conjuro.-agregó Hermione.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora