"Callejón Diagon"

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Capítulo 10:

"Callejón Diagon"

Hagrid tuvo que sacar a rastra a los niños que eran saludados por todas la personas del bar, habían conocido al profesor Quirrell un pobre y asustadizo tartamudo.

Al salir, una enorme pared de ladrillos cerraba la calle.

-¿Cómo se supone que llegaremos?- pregunto Tabatha.

-Tan solo dejen que me acuerde como era la contraseña.- Hagrid volvió a sacar el paragua rosa.- tres horizontales, dos verticales...- murmuraba mientras la pared dejaba ver un enorme hueco por donde entraría alguien mucho más grande que Hagrid.

-Bienvenidos al Callejón Diagon.-

-Increíble.- dijeron al unisonó Harry y Tabatha.

El lugar estaba lleno de personas mágicas, las tiendas que los rodeaban eran enormes paraísos ante los ojos esmeraldas y avellanas de ambos, Hagrid tenía que obligarlos a caminar para que no se distraigan con cualquier cosa.

-Gringotts.- exclamo Hagrid abriendo una de las puertas del inmenso banco.

El lugar era blanco como la nieve, se alzaba entre los demás tiendas. En las enormes puertas de bronce se encontraba con su uniforme rojo carmesí y dorado un...

-Si, Tab eso es un gnomo.- comento Hagrid al ver que los ojos de la niña se abrieron al verlo.

Al entrar, en otras puertas había una inscripción en plata.

"Entra, desconocido, pero ten cuidado.

Con lo que le espera al pecado de la codicia.

Porque aquellos que toman, pero no se lo han ganado,

Deberán pagar en cambio mucho más.

Así si buscas por de debajo de nuestro suelo.

Un tesoro que nunca fue tuyo,

Ladrón ten cuidado, te hemos advertid, ten cuidado

De encontrar aquí algo más que un tesoro."

-Como les dije, hay que estar loco para robar aquí.- Tabatha tomo la mano de Harry, a lo que él le sonrío con dulzura y amor.

Dos gnomos, los hicieron pasar al amplio y perfectamente aseado vestíbulo de mármol.

Dos hileras mostraban a los gnomos trabajando y atendiendo a los magos que hacían sus trámites. Se acercaron a uno que estaba escribiendo en un gran libro las cuentas de su último cliente.

-Buenos días.- saludo Hagrid al desocupado.- Hemos venido a sacar dinero de la caja de seguridad.-

-¿Tiene su llave, señor?- Tabatha miraba con curiosidad a la criatura.

-La tengo por aquí.- en menos de dos segundos, Hagrid saco todo lo que tenía en sus bolsillos, haciendo que el gnomo arrugara la nariz al ver que las migas de una galletas de perro cayeron sobre su impecable libro.

-Aquí estás.- mostro una pequeña llave color dorado. El gnomo la examino durante unos segundos.

-Parece estar todo en orden.-

-También tengo una carta de Dumbledore, es sobre lo-que-usted-sabe, en la cámara setecientos trece.- una diminuta mano tomo la carta y la leyó cuidadosamente.

-Muy bien, voy a hacer que alguien los acompañe abajo, a las dos cámaras.- miro con detenimiento a los mellizos y le entro la carta a Hagrid.- ¡Griphook!-

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora