Los Mellizos Potter |Cancelada|

"Un pasaje secreto, una familia de pelirrojos y ser famosos sin saberlo"

Capítulo 12:

"Un pasaje secreto, una familia de pelirrojos y ser famosos sin saberlo"

Los ojos de ambos mellizos, reflejaban entusiasmo, ansiedad y por sobre todo, nervios.

-Bueno, aquí tenemos el andén 9, el nuestro debe ser el que...- Tabatha se fijo cual seguía y para su sorpresa el que venía era el 10.

-No está.- dijo tristemente Harry.

-Sera mejor que le preguntemos a alguien si nos puede ayudar.- trato de animarlo su melliza.

-Mira, ahí está el guardia, vamos a preguntarle.- ambos tomaron sus pertenencias y se acercaron al uniformado.

-¿Disculpe?- el hombre los miro con una sonrisa.

-Sí, ¿Qué se les ofrece?- ninguno sabía cómo preguntarle.

-Usted, ¿Sabe dónde está el andén 9 ¾?- una enorme carcajada provino del guardia dejando a los niños en ridículo.

-Que graciosos se han levantado hoy, niños. Ese andén no existe.- se alejo aún riendo.

La felicidad de los niños se vio apagada por unos momentos. Caminaron hasta un banco, miraron el reloj y faltaban exactamente 10 minutos para las once de la mañana.

-Nunca llegaremos, defraudaremos a papá y mamá.- dijo Tabatha con un rasgo de querer comenzar a llorar.

-Tranquila, de seguro lo encontraremos.- una débil sonrisa se dibujo en el rostro de la pelirroja.

-¡Cuantos Muggles! ¡Están por todos lados!- decía una mujer que paso por donde estaban ellos, al escuchar la palabra Muggle, automáticamente se levantaron y tomaron sus cosas.

-Bueno, ahora ¿Cuál es el numero del andén?- pregunto la mujer.

-Es el andén 9 3/4.- contesto una pequeña pelirroja.

-Mamá quiero ir.- decía la niña tironeando de la manga de su madre.

-Ginny, cariño no tienes edad para ir y quédate quieta.-la pequeña soltó un bufido y se quedo quieta.- Muy bien, ahora Percy ve tu primero.- el nombrado se dirigió hacia los andenes 9 y 10, ninguno de los mellizos perdía de vista lo que hacía. Para el peor de sus males, una fila de personas les taparon la visión y no pudieron seguir viendo.

-¿A dónde está?- pregunto asombrada Tabatha al no verlo más.

-Fred, eres el siguiente.- volvió a hablar la mujer.

-No soy Fred, soy George.- contesto el colorado.- ¿Cómo puedes llamarte nuestra madre, si no sabes diferenciar a tus hijos?- la mujer rodo los ojos.

-Lo siento, George, cariño.- le sonrío con ternura.

-Estaba bromeando, soy Fred.- soltó una risa y se alejo.

Ninguno de los dos Potter, entendía que es lo que pasaba. Harry tomo a su hermana y ambos se acercaron a la mujer.

-Discúlpenos.- la mujer se dio vuelta sonriéndoles a ambos.

-Veo, que también asistirán a Hogwarts ¿Primer año?- esa sin duda era la persona más dulce que ambos hayan visto en años.

-Ron también es nuevo.- Tabatha le sonrió al niño que tenía al lado.

-Lo que pasa es que... no sabemos cómo...-

-¿Cómo entrar al andén?- ambos asintieron.

-Bueno, no se preocupen, lo único que deben hacer es caminar recto hacia la barrera que está entre los dos andenes. No se detengan y no tengan miedo de chocar, eso es importante. Lo mejor es ir deprisa, si están nerviosos. Vayan ahora antes de Ron.- le sonrío una vez más.

-De acuerdo, iré yo primero.- anuncio Harry.

-Suerte.- le dijo la pequeña pelirroja que estaba agarrada de su madre.

Harry, siguió al pie de la letra las indicaciones de la mujer y en unos segundos, los ojos de su hermana lo perdieron de vista.

-Es tu turno, querida.- Tabatha miro por última vez a la mujer y le sonrió.

Cuando comenzó a caminar, pensó que se llevaría puesta la pared, acto seguido cerró los ojos con fuerza y espero el impacto. Nada de eso paso, atravesó la pared sin ninguna herida.

-¿Tab?- Harry zarandeaba el brazo de su hermana para que abra los ojos.

-¿Estoy viva?- el azabache rió y comenzó a caminar seguido de la pelirroja.

Dejaron su equipaje y buscaron un compartimiento vacio.

-Esto es real, esto es real.- se decía una y otra vez Tabatha.

-Está claro que es real, Tab.- su hermano se sentó a su lado recargando la cabeza contra el asiento.

-No lo parece, pero es real.-

Aquella estación, le llamaba la atención, sus ojos avellana recorrían cada centímetro del lugar, vio a los mismos colorados que estaban en King Cross. La mujer que habían conocido, era sin duda la madre perfecta, la forma que trataba a sus hijos.

-Ojala, mamá estuviera en nuestro primer día.- susurro para sí misma. La pequeña colorada que estaba antes, la vio y la saludo con la mano y se acero hasta su ventanilla.

-Buena suerte.- le grito.

-Gracias...-

-Ginny.- le contesto con una sonrisa.

-Tabatha.- la mujer se acerco hasta donde estaba su hija y la tomo de la mano, le sonrió y algo en el interior de la niña de once años se prendió. Tal vez al ver a la pequeña Ginny con su mamá, sintió algo de celos.

-Disculpen.- pregunto alguien desde la puerta.

-¿Podría quedarme? Están todos los compartimientos llenos.- dijo el pelirrojo de la estación.

-Claro, ponte cómodo.- contesto Tabatha con una sonrisa.

El chico los miraba con curiosidad.

-Ustedes, se parecen a...- se cayó y negó con la cabeza.

-¿A quién?- pregunto Tabatha.

-Me llamo Ron, Ron Weasley ¿Cómo se llaman?-a simple vista se notaban que estaba nervios.

-Tabatha y Harry... Potter.- una exclamación de sorpresa se dibujo en la cara del chico.

-Ustedes son... son los niños que sobrevivieron.- ambos Potter no sabían que decir.

-¿Los niños que sobrevivieron?- el pelirrojo asintió.

-A si los llamaron después de lo que ustedes ya saben que paso.- Harry se mantenía en silencio.

-¿Esa... cicatriz te la hizo él?- se corrió el pelo que la tapaba y se la enseño.

-¿Recuerdan algo de aquella noche?- volvió a preguntar el chico.

-Nada.- dijeron ambos.

-¿Nada?- se miraron unos segundos.

-Yo recuerdo una luz verde.- dijo Harry.

-¿Y tú?- a Tabatha por un momento se le paso contarle lo de la voz pero decidió negar con la cabeza.

-Ustedes son los más famosos en el mundo mágico.-dijo feliz.

-¿En tu familia son todos magos?- pregunto Tabatha.

-Todos.- sonrió el colorado.

-Ustedes cinco parecen muy unidos.- comento Harry.

-Siete.-

-¿Perdón?-

-Somos siete hermanos.- una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de ambos.

Siguieron hablando y conociéndose, descubrieron que la familia de Ron se caracterizaba por ser todos pelirrojos y con pecas. No tenían mucho dinero pero eran felices de todas formas.

Cada vez faltaba poco para llegar a Hogwarts...