"El autobús noctámbulo"

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Capítulo 3

"El autobús noctámbulo"

Después de alejarse varias calles, los mellizos, arrastraban sus baúles detrás de ellos. Harry tenía el rostro tenso y crispado, debido al malhumor que acarreaba. Tabatha, caminaba lento detrás de su hermano.

-Harry.-llamó suavemente, pero el azabache, no respondía.- ¡Harry!-gritó asustándolo. Él suavizó su rostro y giró para verla.

-¿Qué ocurre, Tab?-preguntó.

-¿A dónde se supone que iremos?-

-No... no lo sé.-

-No podemos pasar toda la noche aquí parados sin saber a dónde ir.-reprocho la pelirroja, sentándose en la vereda.

-Ya encontraremos un lugar para pasar la noche, no te preocupes.-Harry, se sentó a su lado abrazándola por los hombros, dejando que ella apoyase su cabeza en su hombro.

No tenían dinero muggle y les quedaba algo de oro mágico en los monederos, en el fondo de los baúles, pero el resto de la fortuna que les habían dejado sus padres estaba en una cámara acorazada en Gringotts, en Londres. Nunca podrían llevar sus a rastras hasta Londres.

Un extraño cosquilleo en sus nucas les provocaba la sensación de que los estaban vigilando, pero la calle parecía desierta y no brillaba luz en ninguna casa. La luz del farol que estaba sobre ellos, comenzó a titilar, los juegos se mecieron solos. Más que oírlo, lo intuyeron: había alguien frente entre los arbustos de la calle de enfrente. De la espesura de las plantas, salió la figura de un gran perro negro. El animal les enseñaba los dientes, mostrándose amenazador. Harry se puso de pie, con la varita en mano, la pelirroja, lo imitó. Cuando lo hicieron, algo los impulsó hacía atrás, haciendo que tropezaran con sus baúles cayendo de espalda al suelo.

-Tab, ¿estás bien?-preguntó Harry, mirándola.

-Estoy bien, no pasó nada.-un gran estruendo, hizo que ambos se taparán los ojos, para protegerse de una repentina luz cegadora

Un segundo más tarde, un vehículo de ruedas enormes y grandes faros delanteros frenó con un chirrido exactamente en el lugar en que había caído Tabatha. Era un autobús de dos plantas, pintado de azul vivo, que había salido de la nada. En el parabrisas llevaba una inscripción con letras doradas: AUTOBÚS NOCTÁMBULO. Durante una fracción de segundo, pensaron si estaban aturdidos.

-Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo o bruja abandonado. Me llamo Stan Shunpike y voy a ser su guía está noche...-habló un chico apenas más grande que ellos, lleno de granos y el cabello desordenado y sucio. Él guardó el papel que leía y miro para todos lados buscando a la bruja o brujo. Bajó la vista y encontró a los mellizos que seguían sentados en el suelo.

-¿Qué hacían ahí?-preguntó, abandonando los buenos modales.

-Nos resbalamos.-respondieron a coro.

-¿Y para qué resbalaron? -volvió a insistir Stan con risa burlona.

-No nos resbalamos a propósito.-protestó Tabatha enfadada.

-Bueno, súbanse ya, no voy a esperar a que empiece a nevar.- luego de haberse parado, los mellizos, se acercaron a un extremo del autobús intentado mirar hacia donde habían visto a la extraña figura.

-¿Qué ven ahí?-preguntó Stan, asomándose sobre ellos.

-Nada.- volvieron a responder.

-Bueno, suban ya.-los apresuró Stan. Harry y Tabatha, quisieron tomar sus baúles, pero él los detuvo.-No, no. Yo lo haré.-los mellizos se miraron entre sí y subieron. El interior del autobús era como un hotel andante. Tenía dos pisos, carias camas y un gran candelabro colgado, que se tambaleaba. Tabatha vio que en la primera cama, había un mago con las medias agujeradas, durmiendo.-Bueno, muévanse, muévanse.- Stan empujaba a la pelirroja, para que caminase. Él les entregó un boleto a cada uno y luego golpeo el vidrió que tenía a sus espaldas.-Ya vámonos, Ern.-

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora