Boggart

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Capítulo 11:

Boggart

Tabatha:

Harry había logrado montar en Buckbeak mientras que los demás debimos quedarnos en el claro del Bosque Prohibido. Con Hermione y Ron, decidimos sentarnos junto a las pequeñas paredes que formaban parte de la decoración. Yo estaba con la espalda apoyada en los ladrillo, jugando con la correa de mi mochila. Cada vez que levantaba la vista, me encontraba con dos pares de ojos. Uno de Malfoy mandándome miraditas picaras y el otro los asesinos de Parkinson, que para esta altura ira por décimo cuarta vez que me mató.

-¿Qué tiene ese idiota que te mira tanto?-cuestiono Ron, haciendo muecas de asco.

-¿Eh?-Hermi, me dio un codazo.- No... no sé, es Malfoy no debemos preocuparnos por lo que él haga o no haga, ¿verdad?-ellos dos asintieron y volvimos a quedar en silencio.

-Ahí viene.-anunció Mione, cuando Hagrid volvía a llamar a Buckbeak. El hipogrifo descendió impecablemente en el suelo. Todos volvieron a reincorporarse y comenzaron a aplaudir.

-Bien hecho, Harry.-lo felicitó Hagrid, yendo a buscarlo.

-¿Te gusta Potter?-preguntó una voz en mí oído. Voltee encontrándome con Dra... Malfoy.

-Hazte a un lado.-murmuré poniendo mi mano sobre su pecho y empujándolo hacia atrás.

-Eso fue estupendo.-comentó Mione, mientras seguía aplaudiendo.

-Hay por favor.-exclamó Malfoy.-Largo.-empujó a dos Gryffindor y comenzó a caminar hacia Buckbeak.

-Malfoy, detente. No hagas nada estúpido.-intente pararlo, tomándome de la túnica pero Crabbe y Goyle se me interpusieron.

-Sí, no eres tan peligrosa, ¿o sí, bestia asquerosa?-el hipogrifo comenzó a batir sus alas bastante molesto.

-Malfoy.-advirtió Hagrid. Buckbeak, se alzó sobre sus patas traseras y soltó un graznido que hizo gritar a todos. El idiota oxigenado intento protegerse el rostro, pero recibió las marcas de las garras del hipogrifo. Como es habitual en él, se tiró al suelo y dio comienzo a su obra de dramatización.- ¡Buckbeak!-exclamó Hagrid, interponiéndose entre ambos.- ¡Buckbeak!-volvió a gruñir, lazándole un hurón.- Toma, criatura tonta.-

-¡Me lastimó! ¡Moriré!-chillaba Malfoy con los ojos cerrados sosteniéndose el brazo.

-Cálmate, solo fue un rasguño.-

-¡Hagrid!-exclamé.- Hay que llevarlo enseguida al hospital.-

-Sí, sí. Soy el profesor y lo haré.- él lo tomó en brazos mientras Malfoy seguía lamentándose.

-Se arrepentirán.-

-La clase acabó.-dijo Hagrid.

-Tú y tu maldito pollo.-

*.*.*

Luego de aquella interesante (y dramática) primera clase con Hagrid, pusimos rumbo al salón de Transformaciones. Cuando pensamos que se había disipado el murmullo de lo que ocurrió en la clase de Adivinaciones, como si fuera por arte de magia, todos volvieron a cuchichear sobre eso, dirigiéndonos miradas con diferentes mensajes en ellas

Con Harry elegimos el asiento que estaba al final del aula, sintiéndonos el centro de atención nos miraba como estuviéramos a punto de caernos muertos ahí mismo. Apenas escuchábamos lo que la profesora McGonagall les decía sobre los animagos, pero eso era un tema que yo me sabía de arriba abajo, pero aun así me asombre cunado ella se transformó ante los ojos de todos en una gata atigrada con marcas de gafas alrededor de los ojos.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora