"El final de las vacaciones y el inicio de clases"

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Capítulo 11:

"El final de las vacaciones y el inicio de clases"

-Ya se terminan las vacaciones, Phoebs.-murmuró Tabatha, viendo la vaga lluvia que salpicaba contra la ventana de la habitación de Ginny. No hacía frío, pero de igual manera la pelirroja vestía una sudadera liviana de mangas largas y un jean desgastado y con un agujero a la altura de la rodilla. En dos rápidos movimientos, ató su cabello en una coleta alta con algunos mechones sobresaliendo por los costados.- Ven.-su brazo adopto la forma de L, con el codo flexionado permitiendo que la lechuza se posase en él.

Al salir de la habitación, Hermione recién se estaba comenzando a preparar mientras que Ginny seguía durmiendo. Tabatha, por otro lado, comenzó a bajar las escaleras. En el piso de abajo se escuchaba los típicos sonidos de una cocina que funcionaba con magia: hechizos para hacer que la pava se comenzase a calentar, para que las tostadas estén en su punto justo, entre otros.

-Oh, buenos días, querida.-habló la señora Weasley, haciendo levitar casi una docena de tazas.- ¿Qué vas a querer desayunar?-antes de que Tabatha pudiese responder, un plato con cuatro tostadas y una porción de pastel de frutos rojos, más un frasco de mermelada y una taza de leche tibia, se posaron en la mesa.

-Gra...gracias, señora Weasley.-la mujer sonrió maternalmente, antes de seguir con el resto de los desayunos.

-¿Las chicas se están cambiando?-la pelirroja trago el pedazo de pan y asintió.

-Ajam.-volvió a morderlo, para luego cortar pequeños trocitos y entregárselos a su lechuza.

Para cuando la segunda tostada había sido devorada y una quinta iba al plato de Tabatha, la chimenea comenzó a chispear de forma insistente. La señora Weasley dejó todas sus actividades, se secó las manos con un trapo y se acercó a las llamas.

-¡Hola, Molly!-habló una voz. Tabatha se ahogó con la leche y casi escupe todo sobre su lechuza.

-Oh, hola, Amos.-respondió la señora Weasley.

-Necesitaría hablar con...tu esposo.-la pelirroja se acercó a la chimenea y casi suelta un grito de la impresión. La cabeza del padre de su novio, se había materializado en las brasas y era muy feo.- Hola, Tabatha.-saludó el hombre.-Molly.-se volvió hacia la señora Weasley.-Acércate un poco.-mediante susurros y palabras rápidas, le contó todo lo que debía decirle pero sin que la chica Potter escuchase.

-¡Arthur!-llamó la señora Weasley, luego de apartarse de la chimenea y mirando hacia arriba.- ¡Arthur! ¡Mensaje urgente del Ministerio!-en ese momento, Harry, Ron y los gemelos bajaban a desayunar. Al llegar al rellano del primer piso, la vieron con una expresión de preocupación.

Harry se echó contra la pared cuando el señor Weasley pasó metiendo mucho ruido, con la túnica puesta del revés, y desapareció de la vista a toda prisa. Cuando Harry y los demás entraron en la cocina, vieron a la señora Weasley buscando nerviosa por los cajones del aparador y al señor Weasley inclinado sobre el fuego, hablando con...

-Sí, está hablando con el señor Diggory.-respondió Tabatha, yendo hacia su hermano.

-¿Có...cómo es posible?-preguntó Harry. La pelirroja se encogió de hombros.

Ambos hombres hablaban muy deprisa, completamente indiferente a las chispas que saltaban en torno a él y a las llamas que le lamían las orejas.

-... los vecinos Muggles oyeron explosiones y gritos, y por eso llamaron a esos... ¿cómo los llaman...?, pocresías. Arthur, tienes que ir para allá...

-¡Aquí está!-dijo sin aliento la señora Weasley, poniendo en las manos de su marido un pedazo de pergamino, un tarro de tinta y una pluma estrujada.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora