El baile de Navidad

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Capítulo 22

El baile de Navidad

-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!-se quejó Hermione, cuando Tabatha intentaba peinarle el cabello.- ¡Me haces doler!-

-¡Mujer, que no es mi culpa que tengas tantos nudos!-replicó la pelirroja, tratando de liberar el cepillo.- La poción debe de estar lista para dentro de...-miró su reloj.-...doce segundos.-sacó su varita e hizo unos suaves movimientos para luego hacer levitar el caldero hasta el tocador del baño.-Bien, echa la cabeza hacia atrás.-la castaña obedeció mientras ella le colocaba una toalla sobre el pecho y cubría sus ojos.-Según la revista Corazón de Bruja, está poción deberá de dejarte el cabello liso y brillante, gracias a la pulpa de mandarina y las hojas de té.-con la punta de los dedos fue humedeciendo el cuero cabelludo de Hermione y extendiéndolo hacia el resto del pelo.

-Tiene buen aroma.-comentó la castaña.

-Y tendrá buena pinta dentro de unos minutos.-la pelirroja se secó las manos con una toalla.-Debes reposar un poco antes de irte a bañar. Recuerda sacar hasta el más mínimo rastro de poción.-Hermione levantó el pulgar.-Iré a ver mi vestido y vuelvo.-la chica repitió el gesto.

Días antes del baile, habían ido a Hogsmeade y revisaron tienda por tienda, hasta encontrar algo que les gustase. Hermione eligió un vestido con dos tonos de rosas que llegaban hasta el suelo con sutiles volados y un delicado listón atado a la cintura que caía hacia adelante. Tabatha había visto uno de color blanco crema, pero su amiga insistió en que llevase uno de color rojo casi tirando a bordo.

"Eres una campeona y debes lucirte. El baile es tu noche"

Le había dicho Hermione, cuando la vio dentro del vestido.

Por primera vez en sus 14 años, Tabatha se maquillaría y arreglaría para asistir a un baile de gala. Lo máximo que se había arreglado era para alguna de las aburridas citas de té de la tía Petunia, donde la obligaba a llevar un viejo y desgastado vestido color amarillo enfermo. Pero...aquella ocasión era especial.

-¿Quién está en el baño?-preguntó Lavander, asomándose casi por el marco.- ¿Es un fantasma?-

-Es Hermione.-respondió la pelirroja, sacándole una pequeña pelusa a su vestido.

-¿Qué estás haciéndole?-

-La estoy arreglando para el baile.-Lavander soltó una carcajada.- ¿Qué es lo gracioso?-inquirió Tabatha, alzando una ceja.

-¿Hermione, en el baile?-la chica no pudo reprimir otra carcajada.- Por favor, Tab, ella no encaja.-corrió el cabello que caía de su hombro.- A ti si te veo en un baile y con un apuesto acompañante, pero, ¿ella? ¿Con quién ira? ¿Neville?-

-¡Ella irá con Viktor Krum!-gritó Tabatha, roja de ira.

Lavander volvió a reír.

-Claro, excusas.-dándole empujones, la pelirroja logró sacarla de la habitación y tras un portazo, se volvió hacia el baño.

Ron miraba en la luna del rincón con expresión de terror. Su túnica se parecía más a un vestido de mujer que a cualquier otro tipo de prenda, y la cosa no tenía remedio. En un desesperado intento de hacerla parecer más varonil, utilizó un encantamiento seccionador en el cuello y los puños. No funcionó mal del todo: al menos se había desprendido de las puntillas, aunque el trabajo no resultaba perfecto y los bordes se deshilachaban mientras bajaba la escalera.

-No me cabe en la cabeza que hayan conseguido a las dos chicas más guapas del curso.-susurró Dean.

-Magnetismo animal.-replicó Ron de mal humor, tirándose de los hilos sueltos de los puños.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora