"Luna Lovegood"

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Capítulo 10

"Luna Lovegood"

-Mata al otro.-ordenó una voz fría y aguda, cuando ambos mellizos se retorcían. Tabatha levantó la cabeza de golpe, mostrando sus ojos llenos de lágrimas.

-Ce...-musitó.-Ced...-

-¡Avada Kedavra!- entonces escuchó un silbido que pareció arrebatarle la voz y dejarla muda; seguido de eso, un destello de luz verde le iluminó el rostro y tras unos segundos, el cuerpo inerte de Cedric, cayó sobre ella. El dolor de la cicatriz no era nada comparado con el dolor que sentía en el pecho.

Tabatha se despertó de golpe. Cuando pensaba que las pesadillas se estaban acabando, un recordatorio de lo ocurrido esa noche volvió a colarse en sus sueños.

Se deshizo del calor de las sabanas, empapadas de sudor frío, y se sentó al borde de la cama. Respiró profundamente un rato largo y se pasó las manos por el cuello. En momento así, la vocecita de su cabeza le hubiera empezado a cantar ¡Eres débil! ¡Eres débil! Pero se sorprendió al encontrarse a sí misma reprimiéndola.

Miró el reloj de la pared, que indicaba las 5:30 de la mañana. Tragó saliva y se puso de pie. Se deslizó por la habitación, sin hacer ruido, y salió al rellano. Grimmauld Place estaba demasiado silencioso para su gusto.

A medida que avanzaba, sus pasos hacían crujir la vieja madera. Se trasladó un piso más abajo y se detuvo frente a una puerta de color ocre viejo y descascarado, que sin duda no hacía juego con la coloración normal de la casa. Levantó la mano y llamó con el puño cerrado. El eco del golpe resonó en todo el rellano.

Aguardó unos instantes, en los que tuvo que abrazarse a sí misma, hasta que la puerta chirrió cuando la abrieron. Remus Lupin apareció ante ella, envuelto en una bata de algodón color café claro. Él se fregó los ojos y parpadeó varias veces.

-Pesadillas.-dijo retóricamente. Tabatha asintió mientras su padrino se hacía a un lado y me permitía ingresar.- ¿Quieres algo de chocolate?-preguntó al tiempo que cerraba la puerta y se rascaba la desordenada mata de cabellos castaños claro. La pelirroja negó.- ¿Y bien?-Remus se sentó en el destartalado silloncito que formaba parte del mobiliario.- ¿Qué pasó?-

-Volví a soñar con esa noche.-respondió con voz áspera, casi como si estuviera hablando con Voldemort en persona.- No tenía idea que mi Boggart había cambiado.-añadió, bajando la vista.-Fue...chocante verlo.-

-Te entiendo.-asintió Remus, masajeándose la sien. En sus ojos se notaba el cansancio.-Es comprensible. Eso significa que tu mayor miedo sigue siendo la muerte.-con un gesto hosco, Tabatha aprobó aquella resolución.

-Es algo tonto.-resopló, acomodándose un mechón detrás de la oreja.-Ya no tengo 10 años como para temerle a algo tan tonto como la muerte. Tarde o temprano, a todos nos llega la hora de...-

-Todos le temen a la muerte.-la interrumpió Lupin, apoyando sus codos sobre sus rodillas. Tenía el rostro despejado y la voz un poco más clara.- No importa cuán fuerte sea una persona o cuán débil sea, todos le temen.-se apretó el puente de la nariz y respiró hondo.-Solo que tú miedo se vio profundizado debido a las pérdidas que sufriste siendo tan joven.-una sonrisa cálida se dibujó en su rostro.-No tienes que avergonzarte por tener miedo.-

-Harry me dijo algo parecido en Privet Drive.-murmuró la pelirroja.

-Sí, estoy al tanto de esa conversación.-asintió Remus.-Y debo decirte, te guste o no, que tu hermano tiene razón. No siempre debes ponerte en el lugar de la chica fuerte. Si no te conociera creería que eres valiente con solo verte de reojo.-Tabatha sonrió de lado.- ¿Estás mejor?-preguntó, hurgando algo en el bolsillo de su bata.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora