El Dementor

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Capítulo 8

El Dementor.

Tabatha:

Harry les había contado a Ron y Hermione, todo lo que sabíamos acerca de Sirius Black. Ellos estaban tan impresionados como nosotros. Mientras mi hermano narraba, yo miraba con curiosidad a nuestro invitado en el compartimiento. Llevaba su chaqueta, desarraigada, cubriéndole casi toda la cabeza, un traje y una vieja túnica en muy mal estado. Junto a la ventana se encontraba una botella llena hasta la mitad, tal vez sea de él.

-A ver si entendí.-habló Ron, luego de que Harry hubiese finalizado.- ¿Sirius Black escapó de Azkaban para encontrarlos?-

-Sí.-respondimos a coro.

-Pero van a atraparlo.-afirmó Hermione.- Todo el mundo está tras él.-

-Seguro.-murmuró Ron.-Aunque nunca antes nadie había escapado de Azkaban y es un asesino maniático y peligroso.-

-Gracias, Ronnie.-ironicé rodando los ojos. Cuando quedamos en silencio, el tren, se sacudió mientras iba aminorando la marcha al punto de detenerse.

-¿Por qué paramos?-preguntó Mione, como si nosotros tuviésemos las respuestas.-No hemos llegado.- Harry se puso de pie y se acercó a la puerta del compartimiento, asomando la cabeza por el pasillo. El tren volvió a sacudirse y él cayó sobre mí, de manera violenta.

-¡Harry!-chillé mientras lo empujaba para que se levante.

-¿Qué está pasando?-cuestiono Ron, agarrándose del asiento.

-No sé, quizás se descompuso.-las luces comenzaron a titilar, al punto que quedamos a oscuras. Sentí a Hermione quejarse de que Ronnie, la había pisado.

-Algo se mueve afuera.-murmuró él, mientras apoyaba su mano en el vidrió de la ventana.- Creo que alguien subió.-susurró con un temblor en su voz. El tren volvió a sacudirse, haciendo la que puerta se tambalease. Mientras respirábamos, salía vapor de nuestras bocas y comenzaba a hacer frio en el interior.

-Ron...-musité señalando como la mano que él tenía en la ventana, comenzaba a escarcharse haciendo que el líquido que contenía la botella, se congelase quedando solo un cubo de hielo. Me arropé mejor en mi gran sweater, mientras fisionaba mis manos para darles calor. El tren volvió a moverse abruptamente, asustándonos.

-¡Qué diablos!- chilló Ron.- ¿Qué está pasando?- la sangre se me comenzó a detener en las venas al ver una figura encapuchada que venía por el corredor del tren.

-Harry...-susurré sin voz.- Harry...- la cosa extraña estiró una de sus manos huesudas, haciendo que el seguro de la puerta del compartimiento hiciese un leve ¡Clic! Y se abriese. No importaba cuanto me arropase con mi cobertor, sentía ese infernal frio calándome los huesos. Apreté la mano de mi hermano, cuando la figura, ingresó junto a nosotros. Sentía ganas de vomitar al oler ese espantoso aroma que emanaba. Crookshanks gruñó mientras los pelos de la espalda se le erizaban, Scabbers se ocultó en la chaqueta de Ron, muerta de miedo.

Harry y yo tratábamos de apegarnos más y más al asiento, para que la cosa no nos hiciese daño, pero fue inútil. Cuando estuvo muy cerca de nosotros, la felicidad se apagó...

Nunca me había sentido tan triste en mí vida, sentía un gran vació en mí pecho y las ganas de llorar crecían rápidamente. No sabía exactamente qué es lo que estaba pasándome, pero quería que se solucionase y volver a ser yo. Apreté las manos contra el sillón mientras que la sensación de que el alma se me desprendía del alma, nacía en mí.

Una radiante luz apareció ante mis ojos y todo paro.

-¡Tabatha!-

-¡Mamá!-escuché en lo más profundo de mi mente. Era sin duda el grito más desgarrador que había escuchado en toda mi vida.

Los Mellizos Potter |Cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora