Los Mellizos Potter |Cancelada|

"El peor y el mejor día de Tabatha, un troll y una mentira"

Capítulo 18:

"El peor y el mejor día de Tabatha, un troll y una mentira"

Las semanas fueron pasando, los mellizos Potter estaban en el equipo de Quidditch, Harry como buscador y Tabatha como cazadora. Le habían dado envidia a Malfoy por ser los jugadores más jóvenes del siglo y por tener la Nimbus 2000. Se enteraron que en el tercer piso había un enorme perro de tres cabezas y que según Hermione, escondía algo. Los encuentros con Cedric aumentaban día a día, cada vez que la pelirroja y la castaña iban a la biblioteca, los ojos avellanas de ella se encontraban con los grises de él.

Era el 31 de Octubre, y eso para Tabatha, era un problema. Desde que Hagrid les había contado la verdad, esa fecha era la más triste para ella.

-Tabi, termine con esta parte de la tarea y ahora voy a la sala común.- dijo Hermione tomando sus libros.

-De acuerdo, si lo ves a Harry dile que después de que termine esto voy al comedor.- la castaña sonrió y beso la mejilla de su amiga yéndose.

-Disculpa, ¿Puedo sentarme?- pregunto una voz.

-Cla...claro.- las palabras no le salían del nerviosismo al darse cuenta quien era.

Ambos estuvieron en silencio haciendo cada uno lo que le correspondía.

-¿Es difícil la tarea de pociones?- pregunto Cedric sin sacar los ojos de encima del libro que estaba usando.

-Es fácil, a mi hermano se le complica.- una leve risa salió del muchacho, que en ese momento había levantado la vista para mirarla.

-¿Qué se siente ser famosa sin saberlo primero?- ella pensó unos segundos ante de contestar.

-Al principio me intimidaba que todos me mirasen y me señalasen como si fuera un animal de exhibición, a Harry tampoco le gustaba, pero ya nos acostumbramos.- sonrío y volvió a concentrase en su trabajo.

-Niños, ya voy a cerrar, deben irse ahora al Gran Comedor.- anuncio la señora Prince.

-Ven, te acompaño.- Cedric estiro su mano esperando la de Tabatha.

-Gracias, pero no debes molestarte.- el simplemente sonrió y tomo sus cosas.

Estuvieron caminado por los pasillos, iban en silencio, ninguno decía algo solo caminaban y de vez en cuando se miraban de reojo.

-Albus, hoy ya se cumplen 10 años desde la muerte de James y Lily.- comento McGonagall mientras caminaba por uno de los pasillos que quedaba justo por el cual iban los dos jóvenes.

-¿Estás bien?- pregunto el castaño al ver que Tabatha dejo de caminar.

-¿No te molesta si primero paso por el baño?- trato de ocultar el pequeño temblor en su voz.

-De acuerdo, nos vemos en la cena.- se inclinó y beso la mejilla de niña.

Después de despedirse de Cedric, a paso rápido se metió en el baño. Al entrar a uno de los cubículos, no pudo contener la tristeza al recordar las palabras de la profesora. Estuvo unos minutos sollozando, se desahogaba pero no era suficiente.

Un repentino silencio se hizo en el baño, que fue roto por un fino sollozo que no provenía de la pelirroja.

-¿Hola? ¿Quién eres? -ella se agachó un poco para mirar por debajo de las puertas y consiguió ver unos pies—. ¿Estás bien?

-¿Tab...Tab? —preguntó Hermione entre sollozos.

-Hermione, ¿qué te pasa? —decía la chica mientras observaba a su amiga acercarse a ella. Tabatha la abrazó cuando la castaña lo hacía y ésta siguió llorando.

Después de que Hermione le contara el suceso con Ron (donde éste la había insultado), estaban sentadas en el suelo del baño cuando oyeron unos ruidos extraños fuera y se levantaron de un salto. Tabatha se dio cuenta de que se habían dejado las varitas en las habitaciones, por lo que empezó a asustarse. En ese momento vieron aparecer un troll enorme que entraba al baño, éste las miró y se acercó a ellas con intención de dañarlas.

-Tab, ten cuidado.- grito Hermione cuando la bestia trato de lastimar a su amiga.

Las dos esquivaban los manotazos que lanzaban el troll, tratando de agarrarlas. Ambas decidieron encerrarse en los cubículos. Una a una de las puertas de los baños.

-¡TABI!- grito Harry al entrar al baño y ver al troll.

-Rápido, debemos hacer algo para salvarlas.- dijo Ron.

Mientras el colorado distraía al troll, Harry se acercó a su hermana y Hermione, tiro de las manos de ambas sacándolas. Ron no sabía qué hacer, por lo tanto tiraba trozos de maderas para que la bestia no se fijara en sus amigos, dándoles tiempo de salir.

-¿Y ahora qué hacemos?- pregunto asustada Tabatha.

-Ustedes son las inteligentes.- contesto Ron. La pelirroja le arrebato la varita a su hermano.

-¡Wingardium Leviosa!- el mazo del troll se elevó sobre el aire, para luego caer fuertemente sobre la cabeza de la bestia.

Un estruendo produjo la caída del troll.

-Eso fue genial.- anuncio Ron un poco más aliviado.

-¿Se puede saber que están haciendo?- pregunto casi gritando McGonagall seguida de Snape y el profesor Quirrell.

-Nosotros...- trato de excusarse Harry.

-Fue mi culpa.-todos miraron sorprendidos a Hermione.

-Pensé que podría derrotarlo por mí misma, he leído mucho sobre ellos. Pero creo que fue algo idiota hacerlo. Ellos solo trataron de salvarme- Tabatha miro a la profesora buscando que le creyera.

-Señorita Granger, me sorprende de usted, fue una estúpida idea arriesgar su vida y la de sus compañeros.-la miro con severidad para luego mirar a los otros tres.

-Y ustedes, fue valiente lo que hicieron. Se les descuentan cinco puntos por la inapropiada conducta de la señorita Granger y se les suma cinco puntos a cada uno por su valentía.- sin decir más se fue junto con Snape.

-Niños, vamos.- dijo mirando con miedo al gran troll que estaba tumbado en el baño.

Mientras caminaban de regreso a la sala común, Tabatha se tiro a los brazos de su amiga.

-No debiste mentir, pero gracias igual eres muy buena amiga.- la castaña le correspondió el abrazo con la misma efusión.

-No importa, era verdad si ustedes no llegaban yo hubiera muerto.- miro a Harry y le sonrió ignorando a Ron.

Llegaron a la sala común, la fiesta de Halloween, se había trasladado ahí. Todos comían dulces y narraban historias de terror. Los cuatro nuevos amigos disfrutaban de cada momento como si fuesen los últimos.