Melodia

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- ¡Rachel! - gritó otra mujer entre la multitud, posiblemente su hermana.
- ¡No la mate! - dijo ella defendiéndose - ¡No iré al infierno por una maldita egipcia! - dijo levantando a la loca y apoyandola sobre su hombro como costal - ¡Mejor me la llevo, la basura tiene que ir con la basura!
Rachel se llevó a la loca entre la multitud, aquellos que estuvieran cerca se corrieron por miedo y las dos se fueron. Seguimos nuestro camino y volvimos, lo comentamos en la cena.
- No se que fue más impactante: esa loca que te llamaba "hija"... - dije mirando a mi madre - o esa mujer que la dejó inconsciente de un golpe y la llamó "basura"
- Nunca vi a una hebrea ser tan agresiva con alguien - dijo mi tía, luego miró a su dama - ¿La conoces, Leila?
- Ella es amiga de mi familia - dijo ella suspirando - Rachel era una niña muy alegre y tenía un carácter muy optimista hasta que... un egipcio la dejó ciega. Desde entonces, ella se volvió muy fría y su odio hacia los egipcios sólo fue en aumento - dijo por último su dama.
- Que fuerte - dije un tanto distante.
- Amenhotep, ¿estás bien? - dijo mi tía, reaccione - Pareces distraído.
- Es Rachel... siento que la conozco de alguna parte - dije tratando de recordar.
- No le tomes mucha importancia, con un paseo por el Nilo la olvidaras - dijo mi madre restando importancia al asunto.
- El Nilo... - dije para mi mismo, entonces recordé - ¡El Nilo, eso es!
- ¿Eso es que? - dijo mi tía confundida.
- ¿Recuerdas que te conté de cuando fui al Nilo sólo y casi me come un cocodrilo? - pregunté, ella asintió - Bueno, ella era la niña que me salvó aquella vez; se quedó parada en frente del animal y el cocodrilo sólo se fue.
- Es imposible, Leila acaba de decir que ella odia a los egipcios - dijo mi tía aún más confundida.
- Se que es ella, estoy seguro.
Al caer la noche, me escapé de palacio y fui a las orillas del río Nilo a esperar. No tardó mucho, ellas se presentaron y comenzaron a tocar.

Al terminar, me acerqué para ver quiénes eran las dueñas de esa maravillosa melodía. La niebla se disipo un poco y logre ver quién era la que tocaba en Erhu (en mi historia, existe)
- Es ella... ella es la dueña de esa melodía - pensé al ver a Rachel.
- Rachel, se que tienes tus motivos pero ¿no podrías llevarte bien con mi marido? - dijo su hermana... eso creo.
- Elena, ya te lo he dicho muchas veces... - dijo Rachel con evidente enfado - odio a los egipcios.
Continuará...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora