Kyomi

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Mi vida no tiene muchas risas como las tuyas
He amado y he perdido, por muerte o partida
En mi corazón había dolor y rabia
Que lo endurecieron como una piedra.  

Deje de querer por miedo a perder
No quería sufrir una vez mas
Pero tu me haz enseñado algo
Es mejor amar y perder que no amar nunca

Gracias por todo lo que hiciste por mi
Y por lo que aun haces
Mi amor te pertenece
Espero que algún día estemos juntos"

- Pareces mas animado, eso es bueno - dijo mi "abuela" sacándome de mis pensamientos - ¿En que estas pensando?
- En cosas lindas - dije para luego pensar - Como una soga en tu cuello, por ejemplo.
Mi abuelo entro para anunciar a mi prometida, las puertas se abrieron y ella entro junto con sus padres. Ella es bonita, lo admito... pero no es Rachel.
- Bienvenida - dije tomando sus manos - Espero que hayas sido bien recibida.
- Muchas gracias - dijo ella sonriendo, yo hice un ademan para que Ur se acercara y le entregara su regalo: un collar muy lindo - ¿Para mi?

- Muchas gracias - dijo ella sonriendo, yo hice un ademan para que Ur se acercara y le entregara su regalo: un collar muy lindo - ¿Para mi?

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- Lo mejor para mi futura reina - dije fingiendo mi mejor sonrisa - ¿Quieres dar un paseo? Yo seré tu guía.
- Con gusto - dijo sujetando mi brazo.
- ¿Y Rachel? - dijo esa mujer innombrable - Creí que estaría aquí para recibir a la futura reina de Egipto.
- Ella dijo que no era necesaria su presencia, que prefería seguir con las practicas y luego la conocería - dije fingiendo serenidad, en serio tengo ganas de estrangularla.
- ¿Quien es Rachel? - pregunto Kyomi, mi prometida.
- Ven conmigo y te la presento pero déjame advertirte que lo que veras es muy... inusual - dije medio incomodo, no se como se lo tomara.
En la arena de entrenamiento...
Lleve a mi prometida y a sus padres para ver a Rachel, a los tres se les cayo la mandíbula al piso al verla derribar a 4 soldados ella sola.

- Buen entrenamiento - los felicito Rachel mientras se secaba el sudor - ¿Saben? A veces pienso que me dejan ganar.
- No te creas - dijo un soldado retorciéndose en el suelo - Por los dioses, ¿como es que eres tan fuerte?
- No se si ubicas: TRABAJE - dijo Rachel soltando una risilla - No, en serio, levanto bloques muy pesados desde niña.
- ¡Rachel, ¿puedes venir un momento?! - dije llamando su atención, mientras ella se acercaba rezaba internamente que no explotara - Rachel, ella es Kyomi, mi prometida.
Continuara...  

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora