Pergamino

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- Por desgracia, el rey no escucha a nadie. Su propio hijo se desmallo en frente de el y ni siquiera así lo dejo ir por agua; si las cosas siguen como esta, puede que alguien cercano a el muera - dije suspirando - Me gustaría hacer algo por esas personas, muchos ahí son inocentes.
- Se a que te refieres - dijo mi hermana parándose de su lugar, los demás hicieron lo mismo - Pero la decisión es del rey, no nuestra; si de verdad le importan las personas, hará lo correcto.
- Dios te oiga, Elena - dije levantando los brazos momentáneamente, luego los baje - Solo espero que las cosas terminen de la menor peor forma posible.
- Yo también, Rachel, yo también - dijo mi hermana para darme un beso en la frente e irse, yo volví con mis invitados.
- Se fue - dije sentándome en una esquina de la cama y suspirando.
- ¿En serio pasara lo que dijiste? - me pregunto Amenhotep.
- Es una lastima pero si - dije sacando un pergamino de mi bolso - Mi Dios envió esta plaga para presionar a su padre... pero no es la única.
- ¡¿Habra mas?! - dijo la reina alterada.
- Son 10 en total; no se de que se tratan, solo se que cada una es peor que la anterior y cada vez que venga una, el nombre de la siguiente aparecerá en esta lista - dije desenrollando el pergamino - La primera es la sangre, la siguiente es... ranas.
- ¡¿Ranas?! - grito Karoma alterada.
- Una invasión de ranas en todas las casas y habitaciones, incluso pueden subir a sus camas mientras duermen. Yo que ustedes duermo con un palo en mano - dije guardando el pergamino en mi bolso - Y hablando de habitaciones, debo llevarlos de vuelta a palacio antes de que alguien mas note su ausencia.
Los lleve al sótano, abrí el pasadizo y los lleve de vuelta a palacio. Luego, volví a casa, tome pintura y marque un camino para que vengan sin mi guía.
POV Narradora
Con Nefertari...
- ¿Túneles secretos? - cuestiono Ramses - Nunca oí hablar de ellos.
- Por las telarañas que tenia, supongo que nadie ha circulado por ellos en años - informo la reina - Fuimos y vinimos sin ser vistos, ella vive sola.
- Es verdad, su hermana se mudo a la ciudad - concluyo el rey.
- Ramses, se que te desobedeció pero... te pido que no la castigues.
Continuará...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora