Cuidado

1.1K 82 1
                                    

Rachel suspiro y dejo a su nuevo huésped en cama para dirigirse a la casa de su hermana. Mientras, en palacio, las cosas iban a complicarse.
- Señor - dijo Bankenmut presentándose ante el soberano - Encontramos a un oficial muerto en la Villa.
- ¡¿Que cosa?! - dijo el rey levantándose de su trono con evidente furia - ¡Quiero que el responsable pague!
- No se preocupe por eso, señor. Afortunadamente, el responsable fue hallado inconsciente en el lugar y solo hace falta que lo condene pero... me temo que hay un problema mucho mas grave - dijo Bankenmut tratando de encontrar las palabras para decirlo - El oficial que hayamos acompañaba al príncipe Amenhotep a dar un paseo.
- ¿Y mi hijo? - dijo el rey temeroso.
- Desaparecido - sentencio Bankenmut, el rey palideció - Inicie una búsqueda por los reinos vecinos en caso de un secuestro pero hasta ahora nada.
- No puede ser - se repitió el rey a si mismo, sentándose nuevamente en su lugar - ¿Como se lo diré a mi reina?
Mientras, con Rachel...
- Gracias por tu ayuda, hermana - dijo ella con la comida envuelta.
- No hay por que - dijo Elena cerrando la puerta.
Rachel fue a su casa y verifico a su paciente, por fortuna estaba estable. Sin embargo, preparo algunas cosas en caso de fiebre o infección, solo para prevenir.
6 días mas tarde (luego de la parte del castigo de Ramses hacia Moisés)...
Las búsquedas no cesaron, el rey estaba cada vez mas desesperado por encontrar a su hijo. Rachel le dio su puesto de "Jefe" a Core temporalmente para poder cuidar al príncipe.
- ¿Me cuentas la historia de Jose? - pidió el príncipe.
- ¿Otra vez? - cuestiono Rachel - Ya te la he contado como 4 veces.
- Lo se... pero es mi favorita - dijo Amenhotep haciendo ojitos - Por favor.
- De acuerdo - dijo Rachel dándose por vencida.
La herida en su abdomen ya había sanado pero aun estaba muy débil por la perdida de sangre, aun necesitaba recuperarse ¿Por que no aviso en palacio? Porque no sabia que, a quien cuidaba, era al príncipe.
- Gracias por cuidarme... y por contarme sobre tu Dios - agradeció Amenhotep.
- No hay de que, todo ser humano en esta tierra tiene derecho a oír sobre el, incluso los egipcios - dijo Rachel dándole un beso en la frente - Le pido a Dios que te de fuerzas y puedas volver con tu familia.
Continuará...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora