Revelación

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Sonreí y desperté. Pase la tarde huyendo de Rachel, me pongo muy nervioso si me le acerco. Tal fue mi desesperación que corrí por los túneles secretos y termine perdiéndome.
- Lo que me faltaba - dije para mi mismo - ¿Ahora a donde voy?
- ¡Amenhotep! - escuche a Rachel a lo lejos.
Eche a correr en ese mismo instante; doble en varias esquinas y no me puedo ubicar, creo que estoy perdido.
- ¡Amenhotep! - dijo ella apareciendo de "quien sabe donde" y acorralándome contra la pared - ¡¿Que te sucede?!¡Haz estado huyendo de mi todo el día!¡¿Crees que no me di cuenta?!
- Y-Yo... em... - no sabia que decir, su cercanía me pone nervioso.
- ¿Que te sucede? Pareces nervioso - dijo Rachel inquisitiva.
- N-No, no, yo... - no podía hablar con claridad y no podía dejar de verla.
- ¿Tu que? - pregunto confundida.
Ninguno despegaba la vista del otro, ella por intriga y yo por amor. Rápidamente rodee mis brazos en su cuello y la bese; la tome por sorpresa pero el sorprendido fui yo al ver que correspondía a mi beso. Cuando lo rompí, la abrace con miedo de que se fuera.
- Yo te amo, Rachel - respondí finalmente - Trate de negarlo mil veces por miedo a que mi padre lo descubriera y terminaras pagando con la vida, no soportaría perderte.
- Yo también te amo, Amenhotep - dijo Rachel "mirándome" a los ojos y acariciando mi mejilla - Nunca pensé en enamorarme y ser correspondida, mi actitud... espanto a todos mis pretendientes habidos y por haber.
- Pues... no espantara a este - dije tratando de besarla, ella me evadió.
- Mi actitud tal vez no... pero otra cosa si - dijo Rachel tomando mis manos, están temblando - Amenhotep, escucha... tengo un secreto... uno que no lo sabe casi nadie, solo gente de confianza y uno que otro que lo descubrió por si mismo.
- ¿De que se trata? - dije un poco temeroso.
- No estoy ciega - dijo, yo me quede sorprendido - Vivo engañando a mi pueblo desde hace años pero no por maldad sino porque puedo ser asesinada siendo inocente y... si vas a estar conmigo, quiero saber que me aceptaras tenga lo que tenga.
- Por supuesto - dije decidido.
Rachel soltó mis manos y se quito la venda con lentitud, aun tenia los ojos cerrados. Cuando los abrió, me quede impactado: sus ojos eran rojos como los de un demonio, estoy seguro de que se notarían en la oscuridad.
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora