La chica de los ojos vendados

Amor puro y sincero

- Necesitas reponerte, salir adelante - dijo Amenhotep alentándola.
- Lo intento... gracias por estar junto a mi, a pesar de que no soy de mucha ayuda - dijo Rachel suspirando - Trato de encontrar una salida pero no puedo ver a donde ir.
- Yo te guiare, no te preocupes - dijo Amenhotep pasando su manos por su espalda.
- Tantas personas que quiero y pueden morir... quiero hacer algo pero me es imposible hacerlo por todos - dijo Rachel sollozando - Dios, dame fuerzas para seguir adelante.
Rachel trato de mantener la calma pero la terquedad de Apuki y del rey hacia que sus problemas solo aumentaran. Ella no podía traicionar a su pueblo y contarle al rey lo de los corderos así que, para evitarlo, dejo de ir a palacio. Amenhotep se preocupo por ella y no dudo ni un segundo en usar los túneles secretos e ir a visitarla.
- Tu padre no puede enterarse de los corderos o no habrá salvación para nadie - dijo Rachel finalmente, ambos están sentados uno frente al otro (con la mesa de por medio) - De ser posible, los usare para salvarte.
- Rachel... sabes muy bien que yo no tengo salvación - dijo Amenhotep tomando sus manos mientras evitaba llorar - Moriré cuando la plaga llegue, es la voluntad de Dios.
- Me niego a aceptar la posibilidad de perderte, mi amor - dijo Rachel haciendo mas fuerte el agarre.
- Yo también te amo, eres la chica menos femenina que conozco pero hasta eso hace que me enamore mas de ti, eres única, diferente, radical, valiente, fuerte, decidida y la única mujer que me haría decir estas palabras... - dijo Amenhotep sacando un anillo de su bolsillo - ¿serias mi esposa?
Rachel estaba sin palabras por lo que solo asintió y dejo que le pusieran el anillo para luego fundirse en un beso apasionado. Mas tarde, Amenhotep volvió a palacio y Rachel fue a casa de Moisés para ayudar a las mujeres a tejer las tiendas. En eso, llegan las visitas.
- Ana, Jairo, pasen - dijo Miriam, Rachel se lanzo a abrazarlo y Jairo la vio confundido - Rachel necesita una mano amiga en estos momentos.
- ¿Que pasa, Rachel? - dijo Jairo, ella no respondió - Es por mi padre, ¿verdad?
- No es solo eso... - dijo Rachel con la voz rota - tengo a alguien que quiero mucho pero su destino es morir... - enseña su anillo a su amigo - me acaba de proponer matrimonio... sabiendo que no lo veré nunca mas.
Continuara...