La chica de los ojos vendados

Sinceridad

- ¡Era adolescente, Ana! - dijo Jairo haciendo un puchero MUY adorable - Pasaron muchos años antes de que la volviera a ver y cuando la vi, no lo podía creer. Era mi primer día de trabajo y cuando la vi llegar, no pude despegar mi vista de ella. Regrese a la realidad cuando estuvo frente a mi, entonces me señalo y dijo "¡¿Y este?!"; ¡la cara que puse no tuvo precio! Por un momento pensé que ella se había olvidado de mi pero cuando mi padre dijo mi nombre, Rachel se echo a reír y se disculpo alegando que no me había reconocido. Con el tiempo, me resigne a que, ni en un millón de años, ocurriría algo entre nosotros... a que seguiría siendo mi mejor amiga a distancia.
- Ya no tiene que ser a distancia, hermano - dijo Ana con lagrimas en los ojos pero esta vez, de alegría - Ahora todos saben lo que paso, ya no tienen que esconderse mas.
- Si Jairo esta dispuesto, yo no tengo problemas - dijo Rachel con una sonrisa tímida.
- Mejores amigos hoy, mañana y siempre - dijo Jairo repitiendo una frase de su niñez - Siempre mantuve la esperanza de que, algún día, volveríamos a ser amigos.
- ¿Nunca la perdiste? - dijo Rachel sorprendida - ¿Ni siquiera cuando empece a ignorarte, a huir de ti?
- Siempre supe tus motivos... pero eso no me desanimo porque te conozco y sabia que querías evitar mas problemas - dijo Jairo con una sonrisa tranquilizadora.
- Trataba de protegerte... ¿quien me aseguraba que nada te iba a pasar si te quedabas a mi lado? - confeso Rachel con temor - Preferí mil veces estar lejos de ti... antes de asistir a tu funeral.
- No tienes que temer mas... nada me va a pasar - dijo Jairo posando su mano en el hombro de su amiga.
Rachel abrazo de golpe a su amigo y sollozo, llevaba años llevando ese peso en su espalda y no aguantaba mas.
- Perdón... - dijo Rachel entre sollozos - perdóname.
- No hay nada que perdonar...no hiciste nada - dijo Jairo sobando su espalda - Yo no te culpo de nada, a ninguno de los dos... eso debes saberlo.
- Yo nunca deje de culparme... de recordar todo, todos los días... recordando por que hacia lo que hacia y como debía hacerlo... tratando de cumplir y mantener mi promesa para mantenerte vivo - Rachel rompió el abrazo y tomo su rostro con ambas manos - No me arrepiento de haber sacrificado mi niñez y mi feminidad... si con eso sigues con nosotros.
Continuara...