Perdido

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- Al menos te tengo a ti - dijo Nefertari, ella vio que Rachel estaba saliendo y dijo - Gracias por recordarme lo bueno que aun tengo.
- No hay de que - dijo Rachel saliendo finalmente.
Rachel fue a casa de su hermana y jugo con sus sobrinos ya que no serian niños por siempre. Paso el tiempo y la séptima plaga fue anunciada; Amenhotep iba a ver a su abuelo cuando escucho que su madre estaba ahí y se quedo escondido.
POV Amenhotep

- ¡Hija, eso es una locura! - dijo mi abuelo - ¡¿Condenar a seis hebreos inocentes?!
- ¡Esos malditos esclavos deben pagar por todas las muertes de nuestra gente! - dijo mi madre, esto no me esta gustando.
- ¡¿Y que pasara si Rachel es elegida?!¡Amenhotep nunca te perdonara si algo le pasa! - dijo mi abuelo, un escalofrió recorrió mi espalda en ese momento.
- ¡Amenhotep es lo menos que me importa ahora!
Eso que dijo mi madre hizo que un dolor punzante se alojara en mi pecho, no quise escuchar mas y me fui corriendo. Salí sin que nadie lo notara y fui al rió Nilo a despejarme.
- Estoy harto - dije para mi mismo - Estoy harto de todo, de todos. Mis padres ya no son mis padres... quiero que vuelvan.
De repente, el cielo se cubrió de nubes negras y recordé que hoy lloverían piedras y fuego del cielo. No quería volver y enfrentar a mis padres así que fui a la Villa; probé encontrar a Rachel por mi cuenta pero a quienes me encontré eran peores que mis padres.
- ¡Tu! - dijo Yunet "La perra del Senet" sujetándome de las muñecas, mis pulseras para ser mas precisos - ¡Esto es culpa tuya! - se señalo a si misma con la mirada, las personas se empezaron a acercar.
- ¡Suéltame, me lastimas! - dije porque era cierto, aprieta muy fuerte.
- ¡No me importa, tu y esa maldita lo arruinaron todo! - dijo ella, Bankenmut no decía nada pero se notaba que estaba molesto.
- ¡Tu y este tonto se arruinaron solos! - dije enfrentándola a pesar del miedo que sentía - ¡Tu mataste a mi tía, mataste a mis primos dentro de su vientre, te acostaste con otro hombre estando casada!¡No importa tu titulo, nada cambiara el hecho de que eres una puta sin valor!
Ella se enfureció y me abofeteo con todas sus fuerzas, yo caí al suelo y me puse una mano en mi mejilla lastimada. Ella se acercaba con paso amenazante cuando...
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora