La chica de los ojos vendados

Rehén

- No se de que hablas - dijo Rachel tratando de librarse de mi agarre, no la deje.
- Nunca pudiste mentirme en el pasado, ¿crees poder hacerlo ahora? - dije tratando de calmarme, me esta haciendo enojar - Tu sabes donde esta mi tía, dime donde.
- En la casa de Moisés - dijo Rachel suspirando - Ella esta muy débil y... hace un par de noches, soñé con ella... va a morir, estoy segura.
- Necesito verla... - dije con un nudo en la garganta - necesito despedirme.
- Yo también quiero verla... pero si vamos al mismo tiempo, sospecharan que nos conocemos y ademas podría tener problemas, las personas me verían como una traidora - dijo Rachel, yo la solté finalmente.
- No si eres amenazada por un oficial - dije sonriendo mientras miro a Ikeni.
- Eso no funcionara - dijo Rachel, yo la mire - Moisés no es idiota, descubrirá enseguida que se trata de una farsa y solo porque se trata de Ikeni, su amigo mas cercano.
- Lo se pero no hay ningún soldado mas confiable que el... no se porque pero... tengo la sensación de que Bankenmut esta involucrado en esto - dije recordando la charla que tuvieron en el corredor, de la cual no escuche mucho.
- Conozco un pasaje que nos deja en un callejón, podemos partir desde ahí. Conmigo de rehén, nadie se atreverá a hacerle nada - dijo Rachel un tanto nerviosa.
- Hagamoslo - dije determinado.
Rachel nos guió hacia el pasaje y salimos en el callejón; un hebreo paso de casualidad y fue en ese momento cuando Ikeni puso su espada en el cuello de Rachel.
- Llévanos ahora o saldrás lastimada - dijo Ikeni con un tono amenazador.
- No creas que con eso me intimidas - dijo Rachel haciéndose la valiente.
- Si no lo haces, tu familia lo pagara caro - dije amenazándola, ella se tenso y yo sonreí - No eres tan ruda ahora, ¿verdad?
- Lo haré... solo no les hagas nada - dijo Rachel fingiendo la voz temblorosa.
- Así me gusta.
Ikeni la tomo del brazo y la puso en frente de el sin quitar la espada de su cuello; luego, nos guió a casa de Moisés y entramos (yo y luego el resto)
- Lo lamento Moisés... no tuve opción - dijo Rachel "arrepentida"
- No tienes de que disculparte - dijo Moisés.
- Se que mi tía esta aquí... - dije, llamando su atención - se que esta muy mal... y vine a despedirme.
Continuara...