Frialdad

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- Te oí hablar con mi abuelo - dijo Amenhotep, la reina palideció al instante - "Amenhotep es lo menos que me importa ahora"... eso es lo que dijiste, ¿no?
- Amenhotep... - dijo la reina tratando de acercarse pero el no se lo permitió.
- No trates de disculparte, lo que dijiste no tiene excusa - dijo Amenhotep con la voz fría.
- Lo se pero... - dijo la reina tratando de encontrar las palabras pero entonces desvió la mirada hacia sus muñecas - ¿Que fue lo que te paso ahí? - dijo señalando sus muñecas y luego su mejilla - ¿Y ahí?
- No note eso antes - dije sujetando sus muñecas - Fue esa maldita de Yunet, ¿no?
- ¿Yunet? - pregunto el rey confundido - ¿Que tiene que ver esa mujer en todo esto?
- Leila me dijo que se encontró a Yunet en la Villa, seguramente Bankenmut estaba con ella - dije respondiendo a su duda, luego mire a Amenhotep - Ellos te hicieron daño, ¿no?
- S-Si - dijo Amenhotep mientras una lagrima resbalaba por su mejilla - Fui al Nilo a despejarme cuando el cielo se oscureció, no quise volver a palacio y decidí irme a la Villa a buscarte... pero ellos me encontraron. Ella me tomo por las muñecas y apretaba mucho, me estaba lastimando. Le grite cosas horribles y ella... e-ella me abofeteo.
- ¿Y que paso después? - dije muy molesta y angustiada - ¿Ella te hizo algo mas?
- Por fortuna, no - dijo Amenhotep temblando ligeramente - Tu gente formo una barrera con ellos mismos y me protegieron; Leila llego poco después y me saco de ahí. Me llevo con Eliseba, Miriam y Jocabed; ellas curaron mis heridas... son muy amables.
- Leila hizo bien en llevarte con ellas - dije aliviada pero ese sentimiento rápidamente se transformo en rabia - Si llego a encontrarme con esa desgraciada, ¡te juro que la mato yo misma, me importa una mierda lo que digan de mi!
- ¡Señor! - dijo Ikeni entrando al cuarto - Yunet... escapo.
- Lo se - dijo el rey, Ikeni lo miro confundido - Bankenmut esta con ella y fueron vistos en la Villa; tráemelos o mátalos, no me importa... solo hazlo.
- Si , señor - dijo Ikeni haciendo una reverencia y retirándose.
- Iré a mis aposentos - dijo Amenhotep retirándose también.
- Amenhotep... - dijo la reina estirando el brazo hacia la puerta con tristeza.
- Hablare con el, solo... denos un momento - dije yendo tras el.
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora