Caperucita Roja... mas o menos

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- Esta historia trata de alguien llamada Caperucita Roja... si, lo se, el nombre es muy pedorro pero es lo mejor que se me ocurrió - mas risas contenidas se escucharon pero yo seguí - La tipa era bien pendeja pero estaba mas buena que el pan de Miriam. En fin, la tipa debía atravesar el desierto para llevarle una canasta de pan a su abuela que se enfermo por... por vieja, ¿por que mas se iba a enfermar? Y bueno, en el camino se encontró con un lobo con cara de violador y lo saludo como si nada. El lobo le pregunto a Caperucita a donde iba y como ella era bien pelotuda le contesto "voy a llevarle a mi abuela un poco de pan porque esta enferma". El lobo, muy astuto, le dijo "ve primero al mercado de esa ciudad y comprale unas flores con dulces, eso la hará sentir mejor". La pendeja le agradeció y fue al mercado mientras que el lobo iba a la casa de su abuela, ¿por que hizo eso? Porque el lobo era mas holgazán que Nadab y le daba tremenda paja correr. Cuando llego, desvistió a la vieja y la dejo inconsciente en un rincón. Luego, se puso su ropa y se metió a la cama simulando tener tos. Caperucita Roja llego y vio a la "abuela"; cabe destacar que tenia tremenda ceguera (nota de la autora: como los personajes de Miraculous Ladybug) porque no noto que era el lobo disfrazado. Ella lo/a miro y dijo "abuela, que ojos tan grandes tienes" a lo que el lobo respondió "son para verte mejor" Caperucita miro la cama y dijo "abuela, que grande tienes el... aguanten, ¡mi abuela no tiene pene!" Entonces el lobo se levanto de la cama y trato de agarrar a Caperucita Roja cuando un tipo musculoso, con un cuerpo tallado a mano y un cuchillo, derroto al lobo y se llevo a la pendeja en brazos, como todo un héroe; ¿y la vieja? Y se murió en la esquina. Fin.
- Bravo - dijo Apuki aplaudiendo junto a Jairo, Oseias y Caleb.
- Bueno, es hora de dormir - dije estirando los brazos.
Movieron la mesa y nos acomodamos en la sala los 4 (Oseias y Caleb duermen en el tejado) Al "día", Jairo y yo nos levantamos temprano.
- Te extrañe mucho - dijo el en voz baja.
- Me hablas como si fuera tu novia - susurre lanzandole mi almohada - Arriba, tenemos cosas que hacer.
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora