Rival

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- Mucho gusto - dijo Kyomi haciendo una pequeña reverencia, yo estaba muy nervioso.
- Igualmente - dijo Rachel muy tranquila, me sorprende su paz - Su collar es bonito... desearía saber de que color es.
- Estas piedras son celestes... - dije señalando las correspondientes, una a una hasta que termine - y estas son negras.
- Muchas gracias, ahora puedo imaginarlo y es mas hermoso de lo que pensaba - dijo Rachel satisfecha.
- Perdón si la pregunta es muy incomoda, no respondas si no quieres pero... ¿como soportas el hecho de no ver nada? - dijo mi prometida un tanto insegura, la sonrisa de Rachel se borro.
- Al principio es duro pero, con el tiempo, te acostumbras a ver con tus otros sentidos. Por un lado es bueno porque puedo "ver" cosas que otros no, es como mirar con otros ojos... pero por otro, no puedo ver colores y se me hace difícil ver lo bello de mi alrededor. Por ejemplo su collar, puedo "ver" cada detalle de el, incluso partes de el que solo el joyero conoce... pero sin colores, estoy perdida.
Siento tanta pena por ella, Rachel si puede ver pero no puede hacerlo sin riesgo a que alguien la descubra. Y sus ojos... vivo preguntándome como eran antes de volverse rojos.
- Lamento haber preguntado - dijo Kyomi arrepentida, Rachel volvió a sonreír.
- No se preocupe, no es la primera vez que me preguntan - dijo Rachel poniendo la espada en su hombro - Si me disculpan, debo ponerme algo mas cómodo... solo espero que ella no me obligue a ponerme peluca, es incomoda para mi.
Rachel se retiro a cambiarse y yo fui con Kyomi al jardín a platicar. Gaiyi preparo algo ligero y nos dejo a solas, no la amo pero me agrada.
- ¿Entonces ella sigue siendo esclava? - dijo Kyomi impresionada - No entiendo como es que no se fue a vivir con su hermana.
- Rachel tiene cierto apego emocional a ese lugar, sacrifico su niñez y su identidad para conservarla; dejarla es como despreciar todo su esfuerzo y dedicación en mantenerla. Esa casa la vio nacer, la vio crecer, conoce todos sus secretos y temores, así también como sus risas. Ella sufrió mucho, merece ser feliz - dije sonriendo inconscientemente.
- Me da mucha intriga, como alguien como ella llego a ser como es... de buena manera lo digo.
- Si quieres te cuento pero te lo advierto... la historia no es bonita.
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora