La chica de los ojos vendados

Te extrañe

- Y lo encontraste una luna después, gracias a las hormigas - dije cruzandome de brazos con una sonrisa burlona - Admitelo, eres malo recordando.
- ¡Bah!, habló Doña Perfección - dijo Jairo con sarcasmo - Tú no tienes vergüenza, siempre fuiste la más salvaje de los dos; pusiste mi mundo de cabeza, las cosas que vivimos fueron inolvidables.
- Somos mejores amigos y cada uno saca siempre lo mejor del otro o, en nuestro caso, nos da el valor de intentar cosas nuevas; puede que nos metamos en problemas pero siempre estamos para tenderle una mano al otro - dije, a veces me sorprendo de ser tan sabia pero eso pasa por vivir tantas cosas en tan poco tiempo.
- Como pude vivir sin ti a mi lado todos estos años - dijo el con una sonrisa nostálgica - No tienes idea de cuanto me hacías falta.
- Te equivocas - dije soltando un pequeño suspiro - La conexión que tenemos desde niños me permitía sentir lo mismo que tú, claro que te extrañaba.
- No entiendo - dijo Ana confundida - Si tanto se querían, ¿por que se separaron? (Nota de la autora: se que esta pregunta ya la hizo pero también quería agregar estos motivos, ya van a entender cuando les cuente el resto)
- P-Porque... - dije tratando de deshacer el nudo en mi garganta - esta amistad nos iba a traer muchos problemas: yo iba a ser vista como una traidora por ser amiga del hijo de un oficial, tú hermano iba a tener dificultades para entrar a trabajar por ser amigo de una esclava y tú padre iba a perder el respeto de sus colegas por tener un hijo "defensor de esclavos". Nosotros vivimos en dos mundos diferentes, era imposible sostener esta amistad eternamente.
- ¿Y por que no vuelven a serlo? - propuso Oseias - Las obras pararon, en poco tiempo seremos libres, ya no hay nada que lo impida.
Ah, Oseias... como desearía que fuera cierto. La realidad es que esos no fueron los únicos motivos por los cuales nos distanciamos, hubo uno lo suficientemente fuerte como para hacer que me alejara de él, uno que dejó heridas muy profundas y sentimientos sin resolver.
- Tienes razón - dije para tapar el hecho de que aún me afecta - Creo que llegó el momento de dejar de lado el pasado y caminar hacia adelante.
El resto del día nos la pasamos charlando sobre nuestras aventuras de niños, causando muchas risas a los presentes. Por cada minuto que pasa, siento un hueco formarse en mi pecho, lo que significa sólo una cosa: la hora de la verdad se acerca.
Continuará...