Encontrado

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- Eso espero - dijo Amenhotep cerrando los ojos.
Al día siguiente, antes de que todos se fueran a trabajar, Ikeni visito a Moisés. A pesar de la sorpresa, Moisés no dudo en recibirlo.
- Buenos días, Ikeni - dijo Moisés, luego noto la expresión de su rostro - ¿Que sucede? Pareces angustiado.
- Y no es para menos - dijo Ikeni agitado - Tu hermana fue a palacio y reporto la muerte de un oficial hace varios días, ¿había alguien mas ahí?
- ¿Por que la pregunta? - dijo Miriam angustiada.
- Dime que pasa, Ikeni - pidió Moisés, Ikeni trago saliva.
- El oficial que fue encontrado muerto acompañaba al príncipe a un paseo y el lleva desaparecido desde hace una luna - dijo Ikeni aun mas preocupado, los presentes se sorprendieron - El rey exigió que el asunto se mantuviera en secreto para no dar explicaciones pero esta desesperado por encontrarlo, la reina igual. Nadie sabe donde esta, necesito saber si había alguien mas.
- Ahora que me acuerdo, si. Una amiga de la familia llamada Rachel estaba ahí, ella me pidió que reportara el asesinato pero antes de irme, note un bulto detrás de ella - dijo Miriam.
- Rachel debió habérselo llevado sin saber quien era, por eso no lo reporto - dedujo Moisés - Miriam, ¿sabes donde vive?
- Si... vamos - dijo ella.
Miriam los llevo a ambos a la casa de Rachel, su casa estaba casi en los limites de la Villa. Ella los recibió un tanto extrañada pero de todos modos los dejo pasar.
- Rachel, se que vinimos sin avisar pero necesito que me digas si, de casualidad, trajiste a tu casa a algún egipcio - fue lo primero que dijo Moisés.
- Hace una luna, si - dijo conduciéndolos a los tres al cuarto - Aquí esta.
- ¿Ikeni? - dijo el príncipe, extrañado al verlo.
- ¡Mi príncipe! - dijo Ikeni acercándose un poco, eufórico - Estoy tan feliz de verlo, hace días que nadie sabe nada de usted.
- ¿Príncipe? - dijo Rachel sorprendida - Lo lamento tanto, si hubiera sabido quien era, hubiera avisado.
- ¿Que paso con el? - cuestiono Moisés.
Rachel les explico lo que paso, omitiendo lo de las historias y acordaron sacarlo de la Villa por la noche para evitar sospechas. Ikeni, satisfecho, fue a informarle al rey.
- ¡¿Encontraste a mi hijo y no lo trajiste?! - dijo el rey entre feliz y molesto.
- Era demasiado riesgoso traerlo de día, las preguntas que haría la gente - dijo Ikeni un tanto temeroso.
Continuará...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora