Confusión y plan

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- Okeeey~, no era necesario decir eso - dijo Jairo destapando la boca de su padre.
- ¿Cuando te volviste tan aburrido? - dije con una sonrisa burlona en mis labios - Recuerdo muy bien que tu eras el mas atrevido.
- Aun lo soy... pero prefiero contenerme por hoy, espera hasta mañana - dijo Jairo con una sonrisa juguetona.
- Como digas, abuelo - dije haciendo una pose retadora.
- Nacimos el mismo día, hermana - dijo Jairo imitando mi pose.
- ¿De que hablan ustedes dos? - dijo Ana confundida.
- Otro día te cuento - dije yendo a la puerta - Tengo que resolver un asunto y vuelvo, trata de que nadie se mate en mi ausencia.
Lance una ultima sonrisa cómplice a los dos y me fui directo a la casa de Abigail, tenia que hablar con Leila. Cuando llegue, descubrí que Gaiyi y Chibale estaban ahí.
- Necesitamos volver al palacio, la reina ordeno volver con pan lo mas rápido posible - dijo Gaiyi angustiado.
- No pueden caminar en la oscuridad, es muy peligroso - les recordó Bezalel.
- Yo lo haré - dije enseguida, era mi oportunidad - Puedo caminar por las calles sin una antorcha, solo preparen las canastas con pan y la llevo.
- Pero Rachel, tu no conoces a nadie allá - dijo Abigail, mire a Leila y tuve una idea.
- Uri vive en palacio, pediré su ayuda y de paso veré como esta - dije convencida - Tratare de que los soberanos estén lo mas contentos que pueda, de esa manera el riesgo de que los castiguen sera menor.
- Eres muy amable, Rachel... - dijo Chibale para agregar (tratando de ocultar su nerviosismo) - a pesar de que no nos conoces.
- Puedo no conocerlos... pero si son amigos de Leila, puedo deducir que son buenas personas - dije con una sonrisa - Déjenmelo a mi.
- Ya que vas para allá, ¿puedes traer al señor Meketre y a su familia? - dijo Back preocupado - Ellos deben tener hambre y miedo.
- Tratare... pero no puedo prometer nada, el señor Meketre no te quiere cerca y lo sabes - dije posando mi mano en su hombro - No te preocupes, Back. Meketre pagara por todas las lagrimas que haz derramado, el mismo se arrodillara y suplicara tu perdón, ese es el futuro que Dios escribió.
Tome las canastas de pan y camine a paso firme a palacio, no quería causar mas miedo del que causaban las tinieblas. Cuando llegue, me encontré con...
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora