Condena parte 2

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- ¡Y hay mas! - dijo Rachel, todos pusieron su atención en ella - ¡Ellos mataron al rey Seti, su padre!
La sorpresa y el horror se mezclaron en la cara de todos ya que, según ellos, el rey Seti murió de causas naturales.
- ¡Es mentira! - dijo Yunet a punto de llorar, estaba perdida y lo sabia.
- ¡Es verdad, soberano!¡El Sumo Sacerdote tiene pruebas de lo que digo! - dijo Rachel.
Paser saco un papiro que estuvo guardando desde hacia un buen rato, explico lo que contenía y la relación que existía entre el y Yunet. No quedaba dudas, ellos eran culpables.
- Miserables - dijo el rey tratando de contener su ira - ¡Lo que hicieron no tiene perdón!
- S-Soberano, por favor... - dijo Yunet pero fue interrumpida.
- ¡Cierra la boca! - su grito opaco cualquier otro sonido - ¡Tu mataste a mi padre, a Maya y ahora a mi hermana, no tienes derecho a pedir nada!
- ¡¿Que?! - el grito de indignación del padre de Maya, Seamon, impuso un nuevo silencio - ¡Dijeron que mi hija fue asesinada por su cierva!
- Lamento informarle señor... pero se equivocaron; la verdadera culpable fue descubierta en el casamiento del rey y la reina pero no se preocupe, ella pagara caro por todos los crímenes que cometió - dijo Rachel tratando de calmarlo, afortunadamente funciono.
- Y así se hará - dijo Amenhotep tomando los símbolos de oro del rey, Ramses lo deja porque esta muy furioso como para actuar con la cabeza fría, luego pensó - Perdóname, Dios mio, por usar estos símbolos de dioses paganos y estas palabras - luego dice - Bankenmut... por ayudar a esta mujer a matar a dos miembros de la familia real muy importantes, no tengo mas opción que dar la orden de ejecutarte... tu cuello colgara de una soga hasta que mueras - después, se dirigió a Yunet - Y tu, Yunet... por matar a Maya, la hija del Sumo Sacerdote de Uaset; por matar al rey Seti, mi abuelo y por matar a la princesa Henutmire, entre otros crímenes, también debo condenarte a muerte... pero se que, no importa que tan brutal sea tu muerte, no valdrá por las personas que haz asesinado, tengo que ponerle un precio - dijo Amenhotep pensando; al cabo de unos segundos, dijo - Te condeno a ser quemada viva y luego, con el cuerpo destruido, ni siquiera te acepten en el Mundo de los Muertos.
Continuara...

La chica de los ojos vendados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora