Aclaraciones: para leer esto tendrías que ver la serie de "Moisés y los 10 mandamientos" en Telefe. La portada no es mía, la saqué de Internet.
Una persona inusual se cruza en el camino del príncipe Amenhotep y su vida cambia para siempre, tanto...
- El ladrón que mato al oficial... me apuñalo y perdí mucha sangre. Estaba desorientado, ni siquiera podía hablar y fue ahí cuando una mujer golpeo al ladrón, lo ato y me rescato. Estuve en su casa tratando de recuperarme, no me atreví a decirle quien era porque no confiaba del todo en ella y así paso una luna, fue cuando Ikeni me encontró y aquí estoy - dijo el príncipe mientras pensaba - Ademas su compañía me agrada, me encantaría conocerla mas a fondo. - Los dioses la enviaron para salvar tu vida - dijo Paser. Tres días pasaron y Amenhotep se recupero, justo a tiempo para su fiesta de cumpleaños. El rey invito a los nobles y sus familias sin saber quien se presentaría. Con Rachel... - ¿Invitada?¿Yo? - pregunto Rachel señalándose a si misma. - Casi... me invitaron a mi y a mi familia y como tu eres mi cuñada, también estas invitada - dijo Aten sonriendo nervioso. - Y yo tengo que ir vestida de egipcia, ¿no? - dijo Rachel, nadie respondió - Me lo suponía. - Solo sera el vestido y el maquillaje, no hay necesidad de una peluca... pero solo si te hacemos un tratamiento de limpieza - dijo Elena dando opciones. - Háganlo... pero rápido, antes de que me arrepienta - dijo Rachel con un poco de miedo. Elena se encargo de elegir el vestido y las joyas mientras que Aten hacia el tratamiento. Cuando terminaron, Rachel se quito la venda y se miro.
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- Te vez hermosa - la elogio Elena. - Si - dijo Rachel viendo a su hermana - Gracias por esto... y por no obligarme a usar una peluca. - Por cierto, ¿quieres ver el regalo del príncipe? - dijo Aten mostrando una espada - ¿Que tal?
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- Es bonita... ¿crees que pueda agregarle algo? - dijo Rachel. - Claro, no veo por que no - dijo Aten entregándole la espada a Rachel - ¿Que es lo que exactamente vas a agregar? - Ya lo veras - dijo Rachel suspirando - Mi señor, creador de todas las cosas, te pido que bendigas esta espada para que su portador reciba tu protección y bendiciones. Guía sus pasos hacia el camino correcto, amen. Con todo listo, los 4 fueron a palacio. Allí, fueron recibidos por un oficial que, al confirmar la invitación, los dejo pasar. Una vez adentro, ante la presencia del rey, el mencionado y su hijo solo pudieron decir... - Tu, otra vez. Continuará...
