Alisa Black

Los ataques...

Afortunadamente nadie quería recordar el día de San Valentín por lo que eran pocos los que volvían a mencionar el tema así que Alisa pudo concentrarse en sus cosas sin tener que hablar oír del tema.

La investigación sobre el heredero de Slytherin tuvo que parar cuando Harry les conto lo que había descubierto sobre el diario de Ryddle, todos sabía perfectamente que Hagrid sentía una afición hacia las criaturas grandes y monstruosas. Sin embargo para ella era imposible pensar lo mismo que los demás sobre que Hagrid pudiera abrir la cámara, no creía que lo que Hagrid había estado cuidando fuera el monstruo de la cámara.

-A lo mejor Ryddle se equivocó de culpable – decía Hermione –. A lo mejor el que atacaba a la gente era otro monstruo.

--Ya sabíamos que a Hagrid lo habían expulsado – dijo Harry, apenado –. Y supngo que entonces los ataques cesaron. Si no hubiera sido así, a Ryddle no le habrían dado ningún premio.

-Ryddle me recuerda a Percy. Pero ¿Por qué tuvo que delatar a Hagrid?

-El monstro había matado a una persona, Ron – contesto Hermione.

-Y Ryddle habría tenido que volver al orfanato muggle si hubiera cerrado Hogwarts – dijo Harry –. No lo culpo por querer quedarse aquí.

Ron se mordió un labio y luego vacilo al decir:

-¿Tú te encontraste a Hagrid en el callejón Knockturn, ¿verdad Harry?

-Dijo que había ido a comprar un repelente contra las babosas carnívoras – dijo Harry con pereza.

Se quedaron en silencio. Tras una pausa prolongada, Hermione tuvo una idea elemental.

-¿Por qué no vamos y le preguntamos a Hagrid?

-Sería una visita muy cortes – dijo Ron –. Hola, Hagrid, dinos, ¿has estado últimamente dejando en libertad a una cosa furiosa y peluda?

Al final decidieron no decir nada a Hagrid sino había otro ataque y como los días sucedían sin que Harry escuchara siquiera un susurro de la voz albergaban la esperanza de que no tuvieran que hablar con Hagrid sobre el motivo de su expulsión. Ya habían pasado cuatro meses desde que habían petrificado a Justin y Nick Casi Decapitado, y parecía que todos pensaban que el agresor, quien quiera que fuera, se había retirado, afortunadamente.

Alisa había estado muy ocupada con Snape y sus trabajos por lo que era mínimo el tiempo que pasaba con Dae pensando en sus futuras optativas para las que faltaba poco más de un mes para elegir, sin embargo Dae que no tenía tanto que hacer como Alis que se dividía entre su misión extracurricular con Harry, Ron y Hermione, las clases y tareas más los trabajos con Snape así que el chico le conto una noche que estaba seguro de que la mejor opción era tomar Estudio de Runas Antiguas, Aritmancia porque se le daban muy bien los números lo que a Alisa terriblemente y Cuidados de Criaturas Mágicas para compartir al menos una clase con su mejor amiga ya que Alisa estaba segura de que no tomaría ni Runas, ni Aritmancia, pero si Cuidado de Criaturas Mágicas.

Una semana antes de las vacaciones de Semana Santa paso una tarde en especial agotadora, en que no había visto a sus amigos casi para nada porque Snape la había tenido preparando una poción especialmente complicada para el subministro de la señora Pomfrey se decidió a esperar a Dae en la sala común sin embargo como este no llegaba y a ella se le estaban cerrando los parados decidió irse a la cama.

-Qué raro...

Pensó en esperarlo más rato, pero apenas podía mantener los ojos abiertos y en cuanto su cabeza toco la almohada se quedó dormida. A la mañana siguiente lo que si fue raro fue que Dae no se presentó en el comedor por lo que Alisa decidió saltarse la clase de pasiones para ir a buscarlo si era necesario y cuando él no apareció luego de que todos entraran se encamino a la torre de Gryffindor para ver en los dormitorios, luego a la biblioteca, la enfermería y por último se decidió a ir a los jardines, pero nada... mientras rogaba porque Snape la dejara entregarle los deberes y una excusa antes del final de la clase se encamino por las mazmorras y vio a Peeves que rondaba sospechosamente junto a una puerta no muy lejana de la clase de Snape.