Alisa Black

Regreso Precipitado

Antes de lo esperado llegó el jueves y tanto ella como Moody estaban invitados a aquella última reunión, Alis se sentía muy nerviosa porque había preparado un discurso con Gavrel, para intentar reclutar a la comunidad. A pesar de la buena relación que llevaba con los muchachos a Andrey seguía sin hacerle gracia que se tomaran tan en cuenta sus propuestas cuando a él lo habían rechazado muchas veces. Lev y Misha también asistirían a la reunión por lo que Alis prometió contarle todo a Gavrel.

A la hora de la cena el ambiente estaba un poco tenso, Sirius había ido a Londres por petición de Dumbledore y ella se sentía un poco desamparada sin el apoyo de su padre.

-¿Tienes alguna propuesta para la junta? – le pregunto su abuelo.

-Sí, pensé en algo.

-Que sorpresa.

-¿Hay algún problema Andrey?

-Bueno es que... no, no es nada...

-Dilo muchacho – lo animó Ojoloco.

-No entiendo porque tus propuestas son tan maravillosas de repente, me refiero a que nunca había visto que se tomaran tan bien las propuestas de alguien tan joven.

-Y agradezco que no se me trate como a una niña – dijo Alis con el ceño fruncido.

-Bueno pues la verdad es que eres solo una adolescente, con problemas de adolescente e ideas de adolescente.

-Andrey no viene al caso – lo frenó Feddei.

-Bueno es que yo te hacía más valiente, pero ¿de verdad vas a abandonar tu escuela solo porque un chico te termino?

-¿Qué? – Alis estaba ahora muy confundida.

-Pues bueno, encontré la carta de la nueva academia.

-¿Leíste mi correo?

-No sabía que era tuyo, pero bueno al parecer Dumbledore cree que tienes derecho a irte de Hogwarts porque no puedes vivir con la idea de que ese chico Cedric te haya dejado, pensé que eras más valiente que dejarte vencer porque un idiota te termina.

-No vuelvas a llamarlo idiota – Alis se levantó de la mesa con tanta brusquedad que la silla se fue para atrás –. Tú no sabes nada, no te lo permito.

-Y encima lo defiendes... bueno parece que él no era el más tonto de los dos.

-Andrey – Feddei había levantado la voz amenazante.

-Cállate – a Alis se le empañaron los ojos en lágrimas –. No vuelvas a hablarme, no te quiero volver a escuchar nunca – sin decir una palabra más Alis salió de la casa.

-Bueno, no sería una buena cena familiar sin inconvenientes ¿verdad? – Ojoloco se levantó de la silla para ir a buscar a Alisa –. Voy a ir a buscar a mi pupila.

-Eres un idiota – le soltó Gavrel.

-Cuida ese vocabulario – lo riño Feddei –. Tenemos que estar en la reunión en cinco minutos, pero ya nos arreglaremos más tarde, no tenías por qué hablarle así Andrey, si estabas inconforme la queja era conmigo, pero no me equivoqué al dejar que Alisa entrará en el concejo, pensé que podrías enseñarle y ella a ti, me decepcionaste.

-Padre...

-Hablaremos más tarde.

Alis se tomó su tiempo para respirar y tranquilizarse antes de entrar en la reunión, Moody había ido a hablar con ella un segundo atrás y no quería decepcionarlo tomando en cuenta sus palabras.

-Demuéstrale a esa bola de soquetes lo que es ser tú y lo mucho que vales.

Respiro hondo un par de veces más y tocó a la puerta antes de entrar, había reunidas más personas que la última vez, Sophi y Samuel estaban junto a su abuela y claro estaban Lev y Misha.