El Consejo Tamer

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Apenas había salido del camino cuando escuchó unos pasos que se acercaban mientras caminaba el poco camino hacia el "edificio" – ¡Petrificus Totalus! – con un golpe seco el cuerpo de Lev cayó al suelo y Alis resopló –. Eso es lo que pasa cuando sigues a alguien que lleva todo el día entrenando con Ojoloco Moody – negó con la cabeza –. ¡Ennervate! – el muchacho recuperó la movilidad y la fulmino con la mirada.

-Solo quería saber a dónde ibas.

-Lo lamento, pero bueno eso debe haberle gustado a Moody.

-Él no puede verte.

-Eso crees tú, en fin lamento haberte petrificado – sin decirle nada más retomo su camino.

-Espera, te pregunte a donde ibas.

-No lo hiciste.

-Bueno ¿A dónde vas?

-A una reunión.

-¿A la reunión de El consejo?

-No lo sé, mi padre me dijo que me estaban esperando en la una reunión en el único edificio de la ¿ciudad?

-¿Cuántos años tienes?

-Eso no se le pregunta a una dama.

-Bueno en qué año vas.

-Pasaré a quinto en septiembre.

-Eso quiere decir que tienes entre catorce y quince, yo tengo dieciséis y no me dejan asistir a las reuniones – dijo indignado.

-Pues presenta una queja, te veo luego.

-¿Sabes a dónde ir? ¿Quieres que te acompañe?

-La verdad es que está un poco difícil de llegar, pero no creo perderme en cualquier caso gracias Lev – el muchacho se puso a su lado y la siguió –. Que persistente.

-Te perderás, solo te dejare en la puerta y me voy.

-Porque soy idiota – sonrió Alis apurando el paso hasta entrar en el interior del edificio, por dentro era bastante grande.

-Hospital, boticaria, laboratorio, escuela y oficina del consejo.

-Que eficientes ¿A dónde debo ir?

-A la sala de juntas de la oficina del consejo.

-No me digas – puso los ojos en blanco –. ¿En qué parte del edificio se encuentra? ¿Cómo llego?

-Subes las escaleras hasta llegar a la gran puerta doble.

-¿Y ya?

-Entras y es la puerta del final del pasillo de lado derecho.

-Gracias – suspiro y comenzó a subir las escaleras sin mirarlo aunque escuchaba que iba tras ella.

-Quizá si tú se los pides me dejen participar.

-¿Por qué crees eso?

-Porque eres la nieta de Feddei.

-Y tú su hijo.

-Hijo adoptivo.

-Bueno ser el hijo adoptivo de hace quince años cuenta más que ser su nieta de hace unas horas, yo no lo conozco.

-De hace doce años – la corrigió.

-Aun así cuenta más Lev, tú lo conoces y él se marchó antes de que yo naciera, para mí él no es más importante que el profesor Lockhart.

-¿Quién es el profesor Lockhart?

-Un bueno para nada que nos daba "clases" hace tres años y que tras tratar de desmemorizar a mis amigos terminó en San Mungo, el peor profesor que hemos tenido en mi opinión.

Alisa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora