Alisa Black

Altercados y Decisiones

-¿Alis? – mientras subía las escaleras en silencio con Ginny y Hermione después de ayudar a recoger la mesa Lev la llamó en el penúltimo relleno.

-¿Sí? – Alis no les había prestado mucha atención esos días, pero solo era porque se sentía agobiada y porque sabía que ya se habían hecho amigos de los demás, aunque Gavrel siempre se lo pasaba pegado a ella esos días, se sentía un poco culpable porque en dos días sería su cumpleaños y no había tenido noticias directas de su abuelo.

-¿Podemos hablar un segundo? – Alis les hizo una señal a sus amigas para que se adelantaran y les advirtió con la mirada que no debían espiarlos.

-Sí, claro – se detuvo en el relleno a una distancia prudente de Lev, no quería que él se le lanzara y causar problemas con George.

-La verdad es que esto de "la limpieza" no era tan fácil como nos lo imaginábamos, Misha salta cada vez que Crookshanks o Bob le pasan entre las piernas después de que aquella cosa de metal le subiera por los pantalones y...

-¿Quieren volverse a casa?

-No, ahora sabemos que esto no es tan sencillo y estamos decididos a aprender lo necesario para ayudar, pero antes quería preguntarte una cosa.

-¿De qué se trata?

-¿Qué hay entre George y tú? – tomada por sorpresa abrió mucho los ojos, ya era tarde para mantener su nuevo intento de relación en secreto.

-Estamos juntos – respondió resignada.

-¿Por él es que no podías corresponderme?

-En parte, siempre hemos tenido una historia desde pequeños, yo decidí quedarme con Cedric por ciertas razones, pero ahora que no está... a él le hubiera gustado que me diera la oportunidad con George.

-Supongo que no puedo hacer nada al respecto ¿verdad?

-Te agradecería que no, Lev me divierto mucho contigo, pero a George lo quiero desde hace demasiado tiempo y se merece que me esfuerce por hacer que funcione.

-Lo entiendo – suspiro –. Pero seremos buenos amigos ¿no?

-Claro que sí – le sonrió –. ¿Cómo va lo de compartir cuarto con Dae?

-Él es bastante más simpático que los gemelos.

-Dae es muy tierno, es como un hermano para mí, me alegro de que se lleven bien, ahora voy a subir e intentar descansar un poco.

-Buenas noches – asintió Lev.

-Buenas noches – Ginny y Hermione debieron presentir que Alis no soltaría prenda esa noche y estaban demasiado preocupadas por la vista de Harry por lo que al igual que ella se fueron directo a la cama.

A la mañana siguiente para cuando se despertaron Harry ya se había ido, eran las siete en punto y nadie podía probar bocado.

-¿Y si lo expulsan?

-No digas eso – la riño Ginny.

-Harry siempre se libra – le dijo Ron con la boca llena –. ¿Vas a comerte eso?

-Todo tuyo Ron – le dijo Alis regalándole el tocino que había permanecido intacto en su plato.

-Gracias, te digo si a Harry lo expulsan yo me cortaré un brazo.

-Quisiera poder estar tan tranquila.

-Pero no tienen razón para expulsarlo – añadió Hermione muy ansiosa –. Harry no hizo nada malo, solo se defendió.