Fisgón

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Unos toque es la puerta la desconcertaron.

-¿Tan pronto me extrañaron? – preguntó abriendo la puerta a la espera de encontrarse con Ginny y Hermione de nuevo, pero en su lugar Lev estaba parado fuera con las manos en los bolsillos.

-Así es, ¿podemos hablar?

-Claro, pasa – se apartó para dejarlo pasar y cerró la puerta tras él –. ¿Necesitas algo?

-Sí – sin decirle mucho más la tomó por la cintura y la beso, Alis sintió una descarga en el vientre, pero no se trataba de la electricidad que Draco la había hecho sentir, ni la mariposas de George o las cosquillas con Cedric, era como una descarga de adrenalina.

Lev le acaricio la cintura sobre la fina tela de su camiseta de pijama. Y subió una mano hacia su cuello para hacer de alguna forma más profundo el beso que Alis apenas podía responder con cierta aprensión, el repentino tacto de los dedos de Lev sobre la cadena de su guardapelo le dieron a este un peso importante, un peso que devolvió a Alis a la realidad de la situación y se apartó.

-Lev no puedo, no puedo hacer esto.

-Alis tú me gustas.

-Y me gustaría decir lo mismo, pero a diferencia de ti yo no estoy segura, Lev para mí no es tan sencillo, no puedo corresponderte ahora, por favor entiéndeme y si de verdad me aprecias dame aire.

-¿Es por tu... por ese muchacho?

-Es porque aun amo a mi novio.

-Alis él ya no es tu novio, el ya no podrá besarte, ni tocarte – la aferro con fuerza por la cintura –. Déjame hacerte olvidarlo, dame la oportunidad de estar contigo.

-Lev, me conoces hace un mes, no sabes casi nada de mi vida ni yo de la tuya, te vas a ir a Rusia en unas semanas y yo al colegio.

-No voy a regresar a Rusia, te prometí que te ayudaría, y eso no tiene nada que ver con lo que siento por ti, tiene que ver con que a mis padres los mataron en Escocia hace quince años y quiero sabe porque y sé que aquí voy a encontrar respuestas.

-Entonces no necesitas una distracción – le dijo Alis –. Yo no puedo hacer nada por ti ahora Lev, sé que para ti es importante y si no estuviera en esta situación te ayudaría, pero para mí Harry, proteger a Harry es mucho más importante que cualquier cosa, es mi prioridad, incluso sobre mi propia vida, así que lo siento, pero no puedo corresponderte, porque aun amo a Cedric, porque mi prioridad es Harry y por... por mil razones más.

-Por lo menos permite que me quede – Alis vio en sus ojos la necesidad, la misma necesidad de cuando ella necesitaba respuestas sobre su vida y eso pudo más que su firmeza en mandarlos a casa.

-Haré lo que pueda, pero por favor ahora vete.

-Buenas noches – suspiro él un poco frustrado.

-Buenas noches.

A la mañana siguiente se encontró con su ropa limpia sobre la cómoda, la jaula de Strix también había sido limpiada y una copa llena de jugo de naranja se encontraba junto a su mesa de noche junto con un fajo de cartas y un ejemplar de El Profeta.

En el periódico había salido una nueva "Historia digna de Potter" así que Alis lo dejo de lado y mientras se bebía el jugo comenzó a leer su correspondencia, tenía cartas de sus amigas invitándola a pasar algunos días en el verano, incluida en ellas una carta de Megan que le daba el pésame por la muerte de Cedric y la invitaba a excursiones en las Islas Griegas las dos semanas antes del regreso a clases, Parvati y Lavender eran quien más le habían escrito, primero hablándole sobre la predicción de la profesora Trelawney y luego invitándola cada semana a sus casa, no podía negar que tenía muchísimas ganas de verlas y desbordarse en una conversación enteramente superficial ¿pero qué probabilidades había de que eso pasara? El mundo estaba colapsando y Alis quería ir a tomar un café con sus amigas ¿eso era muy egoísta?

Alisa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora