Imperius

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Durante las dos semanas siguientes, las clases se volvieron tan duras que Alis agradeció haber acabado con las clases dobles el año anterior, la clase con la que más problemas tenía era Defensa Contra las Artes Oscuras, que le había desarrollado un amor odio muy intenso, desde el día en que habló por primera vez con el profesor Moody de sus avances le pareció que algo andaba mal con él, y no como lo normal que ya era mal sino como si no fuera el Moody que había conocido antes, un mal presentimiento la perseguía respecto a él así que decidió que no podía confiarle nada importante.

Para su sorpresa durante la siguiente clase, el profesor Moody anunció que les echaría la maldición imperius por turno, tanto para mostrarles su poder como para ver si podían resistirse a sus efectos.

-Pero... pero usted dijo que eso estaba prohibido, profesor – le dijo una vacilante Hermione, al tiempo que Moody apartaba las mesas con un movimiento de la varita, dejando un amplio espacio en el medio del aula –. Usted dijo que usarlo contra otro ser humano estaba...

-Dumbledore quiere que les enseñe cómo es – la interrumpió Moody, girando hacia Hermione el ojo mágico y fijándolo sin parpadear en una mirada sobrecogedora –. Si alguno de ustedes prefiere aprenderlo del modo más duro, cuando alguien le eche la maldición para controlarlo completamente, por mí de acuerdo. Puede salir del aula.

Señaló la puerta con un dedo nudoso. Hermione se puso muy colorada, y murmuró algo de que no había querido decir que deseara irse. Harry y Ron le dedicaron la misma mirada con aquella sonrisa que Alis adivino y les regreso la sonrisa. Sabían que Hermione preferiría beber pus de bubotubérculo antes que perderse una clase tan importante.

Moody empezó a llamar por señas a los alumnos y a echarles la maldición imperius. Vieron cómo sus compañeros de clase, uno tras otro, hacían las cosas más extrañas bajo su influencia: Dean Thomas dio tres vueltas al aula a la pata coja cantando el himno nacional, Lavender Brown imitó una ardilla y Neville ejecutó una serie de movimientos gimnásticos muy sorprendentes, de los que hubiera sido completamente incapaz en estado normal. Ninguno de ellos parecía capaz de oponer ninguna resistencia a la maldición, y se recobraban sólo cuando Moody la anulaba.

Antes que Alis paso Harry que fue el primero en resistirse a la maldición, Moody lo había obligado a repetir cuatro veces el ejercicio hasta que logró resistirse por completo.

Cuando fue el turno de Alis sintió como su cabeza se vaciaba por completo, una sensación de alivio la invadió y entonces una alerta brinco en su cabeza, su subconsciente comenzó a hacer sonar una sirena de alarma mientras la voz de Moody le decía desde alguna parte en su cabeza que hiciera piruetas de ballet, entonces su mente comenzó a girar al mil por hora.

-Haz algunas piruetas – le decía Moody.

A pesar de que era una orden Alis no se sintió forzada a seguirla, ni siquiera sentía el impulso de hacerlo, pero...

-Haz lo que te dice – le dijo su subconsciente –. Se dará cuenta de que eres diferente si no lo haces.

Entonces Alis solo siguió las órdenes de Moody como si no tuviera opción.

-Bien – dijo Moody – un poco de resistencia al principio, estuvo bien para empezar, la siguiente clase intentaremos que estés del otro lado, con Potter.

-Sí – asintió Alis – me esforzaré más por resistir profesor.

-Por la manera en que habla – murmuró Harry una hora más tarde, cuando salía cojeando del aula de Defensa Contra las Artes Oscuras – se diría que estamos a punto de ser atacados de un momento a otro.

-Sí, es verdad – dijo Ron, dando alternativamente un paso y un brinco: había tenido muchas más dificultades con la maldición que Harry, aunque Moody le aseguró que los efectos se habrían pasado para la hora de la comida –. Hablando de paranoias... – Ron echó una mirada nerviosa por encima del hombro para comprobar que Moody no estaba en ningún lugar en que pudiera oírlo, y prosiguió –, no me extraña que en el Ministerio estuvieran tan contentos de desembarazarse de él: ¿no le oyeron contarle a Seamus lo que le hizo a la bruja que le gritó «¡bu!» por detrás el día de los inocentes? ¿Y cuándo se supone que vamos a ponernos al tanto de la maldición imperius con todas las otras cosas que tenemos que hacer?

Alisa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora