Alisa Black

La Promesa

-Alis – la ayudo a levantarse –. Qué bueno que te encuentro, necesito hablar contigo, no tengo mucho tiempo y vas a tener que confiar en mí porque es sumamente importante.

-Vale, te escucho.

-Sé que has estado entrando con Malfoy a la Sala de Menesteres, pero sé que él también ha estado entrando solo.

-¿Nos estas espiando? – le pregunto con una ceja arqueada intentando permanecer imperturbable.

-No, bueno... le pedí a Kreacher y a Dobby...

-¿Qué nos siguiera?

-Solo a Malfoy, es que estoy seguro de que planea algo.

-Vaya, supongo que sabrás que yo no dejaría que hiciera algo que pusiera en peligro a nadie ¿no?

-Sí, pero tú no sabes lo que hace cuando entra solo ¿o sí? Así como el día del partido no sabías que las chicas que lo acompañaban eran en realidad Crabbe y Goyle.

-No – concedió Alis mintiendo a medias.

-Bueno pues mira sé que está tramando algo y que seguramente lo llevara a cabo esta noche porque y tendrá carta blanca porque Dumbledore no estará.

Alis se quedó paralizada un segundo, había palidecido.

-Necesito que me escuches bien, Ron y Hermione te explicaran el resto, pero necesito que confíes en mí.

-Vale – suspiro y lo siguió a la sala común.

Ron y Hermione estaban sentados en la sala común cuando ellos entraron.

-¿Qué quería Dumbledore? – preguntó Hermione –. ¿Estás bien? – añadió, preocupada.

-Sí, estoy bien – contestó Harry, pero pasó a su lado sin detenerse y subió a toda prisa la escalera que conducía a su dormitorio.

-¿Qué le pasa?

-Pues no lo sé, nos encontramos cuando venía para acá y me empezó a soltar una cantaleta sobre Draco y que el director se marcharía, que debía confiar en él y que nos había estado espiando a Draco y a mí, lo cual encuentro muy poco respetuoso por su parte, y me refiero a los tres porque seguro que lo sabían, me decepcionas Hermione, pensé que confiarías en mí después de lo que te conté.

-Yo... – pero no tuvo tiempo de contestar porque Harry entró de nuevo en la sala común con unas cuantas cosas en mano.

-No puedo entretenerme – explicó jadeando –. Dumbledore cree que he venido a buscar mi capa invisible. Escuchen...

Les explicó rápidamente adónde iba y por qué.

-... a una cueva en la que Ryddle aterrorizó a dos de sus compañeros en el orfanato, Dumbledore cree que ahí podremos encontrar un Horrocrux y lo acompañare a destruirlo ¿Entendéis lo que esto significa? – concluyó atropelladamente –. Dumbledore no estará en el colegio esta noche, de modo que Malfoy va a tener vía libre para llevar a cabo lo que está tramando. ¡No, escúchenme! –susurró con énfasis al ver que sus amigos trataban de interrumpirlo –. Sé que era Malfoy el que gritaba de alegría en la Sala de los Menesteres. Toma.

Le entregó el mapa del merodeador a Hermione.

-Tienes que vigilarlo, y a Snape también. Que los ayude alguien del ED. Hermione, aquellos galeones embrujados todavía servirán, ¿verdad? Dumbledore dice que ha organizado medidas de seguridad excepcionales en el colegio, pero si Snape está implicado, probablemente sepa qué clase de protección es y cómo burlarla. Pero lo que no se imagina es que ustedes estarán montando guardia, ¿me explico?