Una Forma de Poder Seguir

858 75 3
                                    

Pasaron dos semanas antes de que Alis tuviera noticias de Narcisa, Bellatrix le había estado enseñando Oclumancia a Draco y Narcisa creía que Alis debía interceder antes de que su hermana corrompiera a su hijo, ahora ella misma no la quería cerca de su familia.

Con forme los días habían pasado el odio había disminuido, el coraje, la apatía por la vida y quizá eso se debía a la compañía de sus fantasmas, pero Alis no se sentía mejor, el enojo había sido reemplazado por nostalgia, el odio por dolor y las tardes de destrozos por tardes de cuidar una casa que le traía tantos recuerdos, faltaban tres semanas para el fin del verano y la idea de no hablar con Remus en todo ese tiempo la estaba torturando.

La noche que decidió ir a buscar a su tío se encontró con una escena bastante comprometedora, las luces de la cocina estaban prendidas y dentro Andrey se ocupaba de recoger, mientras en la planta alta brillaban las luces de las recamaras, pero lo que realmente paralizó a Alis fue el encontrarse a Tonks y Remus hablando en el jardín.

Remus parecía un tanto nervios sin embargo no más que la sonrojada Tonks quien lo miraba embelesada, Alis podía reconocer esa mirada en cualquier lugar porque era la misma que Cedric ponía cuando la observaba mientras pensaba que Alis no se daba cuenta.

-Eres un hombre maravilloso y la forma en la que cuidas a los demás es tan admirable...

Alis se dio cuenta de que su prima iba a declararse e intentó huir, pero si se movía la escucharían y arruinaría todo, se tapó lo oídos, ese no era asunto suyo, no tenía que escucharlos.

-Te amo – al percibir estas palabras Alis casi se va de lado, los miro desde su ahora escondite y detecto un brillo en los ojos de su tío, Remus también la amaba, amaba a Tonks, pero entonces una sombra se instaló en su rostro.

-Eres una bruja talentosa, una mujer maravillosa Tonks, pero tú mereces algo mejor, yo soy un hombre mayor con una maldición que le impide cuidar de nadie, la forma en la que Alis ha crecido... tú lo sabes mejor que nadie, te mereces un hombre más joven y que te pueda ofrecer algo mejor, algo mejor que una maldición de hombre lobo y un viejo desempleado sin nada que ofrecerte.

Alis cerró los ojos y se tapó los oídos, no quería ver aquella escena, no quería saber nada, era tan egoísta, tan inconcebible.

Un estallido ocurrió y Alis se atrevió a mirar, Tonks ya no estaba y Remus miraba al vacío con nostalgia y dolor.

-Remus – Alis salió de entre las sombras y corrió a abrazar a su tío, se necesitaban, estaba enojada por lo que había hecho, pero se necesitaban.

-Alis – la expresión de su tío cambio, parecía aliviado, la estrecho con todas sus fuerzas –. Pensé que nunca volvería a verte, estas tan pálida, tan delgada...

-No importa, lo siento, necesitaba estar...

-...sola. Lo sé. ¿En dónde habías estado? Ojoloco me dijo que no me preocupara, pero se negó a revelarme tu ubicación.

-Estuve en... Mundungus me recomendó a alguien que pudiera rescatar los restos de la casa de mi madre, lleve las cosas de Sirius lejos de Grimmauld Place, ya no podía quedarme más ahí, no lo soportaba.

-¿La casa de Larisa?

-El restaurador era muy bueno, ha rescatado casi todo.

-Eso es porque la planta baja fue todo lo que se quemó creí que se habría derrumbado.

-Descubrí quien...

-Snape me lo dijo todo.

-¿Todo?

-El trato con Lucius Malfoy, Alis tú no eres como ellos – ella asintió, no quería discutir.

-El momento llegara, Bellatrix no se quedara de brazos cruzados después de nuestro enfrentamiento, lo sabes, y cuando el momento llegue... estaré preparada.

Alisa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora