Alisa Black

La Lista de Los Sagrados 28

-¿Qué pasa? – le pregunto ella, pero George no respondió y Alis rápido desplegó El Profeta en donde a primera plana había dos fotos grandes, la de su padre que había salido en el boletín del año pasado y una de ella, después había un encabezado.

LA LISTA QUE TODOS QUIEREN CONOCER

LOS SAGRADOS 28 Y UNA GRAN REVELACIÓN

Alis sabía muy bien quienes eran los sagrados 28 y cuando se encontró su nombre completo entendió todo, ni siquiera necesito seguir leyendo, se llevó la mano a la boca y salió corriendo. Escuchaba los murmullos detrás de ella y unos pasos comenzaron a resonar en el vestíbulo mientras salía del castillo. Escucho su nombre, pero no se detuvo hasta que quien fuera que la estuviera persiguiendo la alcanzó sujetándola por la túnica y después rodeándola con los brazos.

-No importa – le dijo al oído y le puso su capa sobre los hombros.

-Draco, te lo dijo tu madre ¿no? – se dio la vuelta para mirarlo.

-Le pedí que no le contara a nadie más, ni a mi padre le dijo, no sé cómo pudo pasar esto.

-¿Desde cuándo lo sabes?

-Desde antes que iniciara el curso, mi madre se enteró de que tenía cierto interés en ti y me lo contó, supongo que después de todo si tenemos una conexión ¿eh?

-Solo somos primos segundos – le susurro bajando la cabeza, Draco la rodeo con un brazo mientras le levantándole el mentón con la mano libre.

-No importa – le dijo con una ternura que Alis no pensó que pudiera expresarle, Draco le beso la frente.

-Soy un desastre – le dijo colocando su frente contra el cuello de él.

-Tienes derecho a dejar de ser la fuerte algunas veces – le recordó –. Deberías volver a tu dormitorio, bajaste tarde al desayuno y ya habrá empezado la primera clase, no creo que la profesora Sprout te lo vaya a reprochar, tomate el día.

-Voy a regresar a mi dormitorio, pero te veré en la siguiente clase, ayer precisamente le dije a Hagrid que tenía que estar orgulloso de quien era no voy a echarme yo a atrás porque todos se enteraran de quien es mi padre.

-Ahora comprendo un poco mejor la violencia del año pasado contra mi oreja.

-Te lo merecías – le recordó reprimiendo una sonrisa.

-No te cortes – le dijo riéndose con ella –. Quiero que sepas que yo no fui quien habló con Skeeter sobre Hagrid, antes de que me diera cuenta ya nos había abordado y Crabbe y Goyle no mantuvieron la boca callada.

-Eres mejor de lo que se piensa Draco – le tomó la mano mientras volvían al castillo.

-Solo me importa lo que tu piense de mi ¿sabes?

-Deberías disculparte con Hagrid, no creo que le vaya a contar a nadie y además sé que no lo odias como aparentas, creo que te cae bien.

-Que va...

-Sin importar lo que decidas – lo miro –. Sé que eres mejor que ese estúpido artículo o que el incidente del año pasado con Buckbeak. Si evitas los comentarios despectivos contra los que me importan estaremos bien.

-Es difícil mantener la apariencia – le dijo en un susurro.

-Conmigo no tienes que mantener ninguna apariencia.

-Lo sé – le dijo jalandola hacia él y besándole la sien.

-Tu capa – le dijo antes de comenzar a subir por la escalinata de mármol hacia la torre de Gryffindor.