Alisa Black

Aprendiz de Artes ¿Oscuras?

La sala común de Gryffindor estaba desierta cuando Alis bajo con sus cosas listas para partir, pasaría una semana con los Diggory y eso le venía muy bien.

Hermione apareció antes que Harry y la miró extrañada.

-¿A dónde vas?

-Pasaré una semana con los Diggory, para celebrar el Año Nuevo.

-¡Aaah!

-¿Te encuentras bien?

-Sí.

-Ron es un idiota – Hermione sonríe con aprobación; un segundo después apareció Harry aun en pijama y medio dormido.

-¿A dónde vas? – le pregunto mirando su mochila y la capa de viaje que sostenía bajo el brazo.

-Pasaré una semana con los Diggory...

-Genial – musitó Harry en tono molesto.

-¿Qué pasa?

-Nada, nada... olvídalo.

-Harry sé que sigues molesto por lo de Cho, pero no tenía idea de que Cedric se lo pediría lo lamento, pero ya le había dicho que si a Cassius y...

-Claro... el idiota ese.

-Harry, no es un idiota, se porta muy bien conmigo y es muy atento...

-Se te olvida que el año pasado casi te tira de la escoba.

-Pero no lo hizo, pudo hacerlo y no lo hizo, ¿cuantas veces lo he de repetir? - dijo frustrada.

-Qué fácil es cuando lo tienes todo a tu disposición y la vida te la pone tan fácil...

-Estas siendo un idiota, yo solo quería decirte que tenías que hacer con el estúpido huevo, pero por mi puedes arreglártelas solo, y si alguien tiene razones para estar molesta soy yo y no me ves llorando por los alrededores enfrente de todos quejándome de que mi padre ignora mis cartas mientras que cuando tú le dices que tuviste un mal sueño se regresa en el primer tren y no se diga cuando vio la foto de Pettigrew ¿verdad?, pero la idiota aquí soy yo por preocuparme por ti porque tienes razón ¡MI VIDA A SIDO PERFECTA! – la frustración de todos esos meses había desbordado sin que Alis se lo esperara, sus amigos la miraban con la boca abierta mientras ella se limpiaba las lágrimas bruscamente con el dorso de la mano antes de salir por el retrato con la cabeza en alto.

-Vas a tener que hablar con ella, Harry – Harry se pasó la mano por el pelo entendiendo que había ido muy lejos diciéndole que para ella la vida era muy fácil sabiendo por los horrores que había pasado. Se dispuso a salir tras ella, pero Hermione lo retuvo –. Cuando regrese, está molesta y no te va a escuchar.

-Soy idiota.

-Me imagino que recibiste algún regalo de navidad de Sirius.

-Pues sí, una navaja, muy práctica por cierto, no me digas que...

-Ginny me contó que ni siquiera había querido abrir los regalos, ella misma los revisó tres veces... ni una tarjeta o una carta, creo que hubiera preferido un mondadientes ¿sabes? – Harry se golpeó la frente.

-Pero no lo entiendo, está claro que Sirius la adora.

-Ponte en sus zapatos por un momento, ¿recuerdas lo que te dijo de Pettigrew?, su padre fue encerrado por perseguirlo y lo persiguió por vengar a tus padres...

Las piezas comenzaron a encajar en la cabeza de Harry y de pronto se dio cuenta del valor de la lealtad de su amiga.

-Lo fácil hubiera sido odiarte Harry.