Alisa Black

El Puzzle y Las Mentiras

-Pareces agotada – le dijo Anthony el domingo al mediodía cuando Alis se reunió con él.

-Es que tengo muchos deberes adicionales con eso del puesto de consejera.

-Bueno aun así te vez hermosa – le sonrió y Alis terminó por sonrojarse –. Ven vamos a sentarnos por aquí – el joven había preparado un maravilloso picnic para ella, de alguna forma había conseguido averiguar sobre las comidas favoritas de Alis, ella sospechaba que con ayuda de alguna de sus amigas.

-Tengo que decir que me impresionas – lo alabo.

-Pues eso es bueno, eres por mucho la chica más guapa del colegio.

-¿De verdad te lo parezco? – le pregunto divertida.

-Y no solo a mí, lo que pasa es que eres un poco intimidante, ya sabes eres muy guapa, inteligente y tienes esa forma tan tuya de ser, además de que eres de las mejoras cazadoras con respecto al quidditch, yo diría que ahora que se fue Angelina eres la mejor.

-Me sobre valoras –le sonrió –. Creo que Ginny es mucho mejor que yo.

-Es una buena buscadora, hablando de ella, sé que eran muy buenas amigas ¿Qué ocurrió?

-Ginny es como mi hermana, la quiero muchísimo, pero prefiero cuidar de ella desde lejos por ahora, después de la muerte de mi padre me ha costado mucho trabajo salir a flote, no he tenido una buena racha y de alguna forma, Ginny, Harry, Ron, Hermione... ellos me lo recuerdan demasiado, pero no quiero aburrirte, mejor cuéntame ¿Cómo te fue en el TIMO de Defensa Contra las Artes Oscuras?

-Con maestros tan buenos como tú y Potter, realmente no me sorprendió tener una alta nota.

-Muy bien, el profesor Snape será un hueso más duro de roer, pero es buen maestro.

-¿Y ya sabes cuándo serán las pruebas para el quidditch?

-No, este año no tendré tiempo para eso.

-¿Es una broma? Alis cualquiera que te hubiera visto volar en el campo se daría cuenta de lo mucho que amas el quidditch, creo que te mereces ese pequeño respiro.

-El quidditch no es un respiro, implica entrenamientos, partidos, presión.

-¿Y solo eso? Por qué no entiendo porque pasarías los últimos años en el equipo si solo lo ves así.

-Bueno, no solo es eso, también está el dejar todo en tierra, las preocupaciones, el miedo, el dolor, todo... al montarme en la escoba solo pienso en ganar el partido, en el viento azotándome la cara y en la sensación de ligereza del estómago que me produce el vértigo.

-¿Y aun así no quieres volver al equipo?

-Pues veras, el equipo implica estar con Harry.

-Por el que estas dispuesta a morir, pero solo si se mantiene alejado.

-Es que... prefiero no hablar de eso ahora, mejor disfrutemos el día – le sonrió.

Alis no sabía muy bien como rechazar al chico, era cierto que no quería perder su amistad, Anthony le agradaba, siempre lo había hecho, pero el caso era que a pesar de su atractivo a Alis no le interesaba.

Durante la semana siguiente estuvo pensando en el quidditch sin darse cuenta, se sorprendía mirando el estadio y puliendo su escoba, le tenía mucho cariño al deporte, pero ¿estaba lista para enfrentarse a sus amigos?

Cedric y su padre pensaban que sí, pero ella no estaba muy segura, el día anterior a las pruebas se pasó pensándolo con sus pros y contras, era muy probable que se arrepintiera de no asistir a las pruebas, pero también era muy probable que se arrepintiera si asistía, por otro lado si asistía y se arrepentía siempre podía abandonar, pero si alguien tomaba su puesto... era mejor arriesgarse.