Las Cartas de Howarts

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La noticia fue bastante controversial, Molly evidentemente estaba en contra de cargarle la mano a Alis con tantas cosas, Sirius y Remus también parecían angustiados, Arthur y Bill trataron de ayudar ofreciéndose a ayudar para que Andrey encontrara trabajo y los demás realmente no entendían en donde estaba el problema puesto de que tenían una versión reducida de los hechos.

-Comienzo a tener ganas de arrojarme de un puente – suspiro Alis mientras ella y George se encontraban buscando una solución en el techo de la habitación de este, aun no se habían decidido a contarle de su relación a nadie más a pesar de que ya iban por su segunda semana juntos.

-¿Si te ofrezco huir juntos sería más tentador o buscarías un puente más alto? – Alis se rió por primera vez en el día después de la charla con Snape.

-¿A dónde huiríamos?

-A alguna isla desierta o algo así.

-Prefiero las montañas, creo que tendré que buscarme un puente más alto la próxima vez que pasee en la calle.

-Recuérdame que no te deje volver a salir sola.

-Creo que hablare con Amos Diggory, el departamento de Regulación de las Criaturas Mágicas sería un buen lugar para Andrey.

-Sí, pero aún creo que deberías preguntarle, ¿me vas a contar porque parecen tan cordiales? ¿Y porque le rehúyes?

-Creo que aún estoy molesta por lo que dijo de Cedric – Alis le contó lo ocurrido y George sonrió.

-Creo que ya ha pasado demasiado tiempo, deberías dejar que se disculpe y olvida el problema.

-Tienes razón después de todo él vino a apoyar a sabiendas de las consecuencias.

-Esa es mi chica – la beso.

-Deja de alisarté la túnica – le pidió a Andrey mientras caminaban tras Arthur en el Atrio.

-Es que estoy nervioso, ni siquiera hemos hablado muy bien de cuál va a ser mi función aquí.

-Eso no lo sé, puede ser algo muy aburrido o algo genial, Amos dijo que tratara de colocarte lo mejor posible, pero tendrás que pasar unos meses en un departamento aburrido.

Tras subir por el asesor hasta el cuarto piso se despidieron de Arthur y fueron directo a la oficina del señor Diggory que Alis ya conocía muy bien.

No era muy grande, pero había espacio suficiente. Amos le dedicó una gran sonrisa al verla, para luego estrecharla en un fuerte abrazo.

-Me alegro que vinieras a verme antes del final de las vacaciones, este debe ser tu primo Andrey.

-Sí, es hijo de un hijo del hermano adoptivo de mi abuelo.

-Algo complicado, pues muy bien muchacho, primero que nada tendrás que llenar algunas formas, te presentare con el supervisor del área en la que estarás algunos meses, de ti depende cuantos, para ir a un mejor puesto.

-¿Qué área será esa?

-La Oficina de Realojamiento de Elfos Domésticos – Alis soltó una risita –. Ya sé que no es glamuroso, pero es el mejor lugar para iniciar teniendo en cuenta que tus únicas referencias somos yo y Arthur, y son tiempos difíciles.

-Si Andrey, tienes que ser paciente.

-¿Que a ti no te ofrecieron ingresar al departamento de Aurores en cuanto te gradúes?

-Es diferente y no entraré sino como aprendiz de Auror si al final lo decido.

-Esa es una gran oportunidad – le dijo Amos –. ¿Quién te la ha ofrecido?

Alisa BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora