Alisa Black

Un Nuevo Profesor y El Peor Cumpleaños de Ron

Alis escuchó las quejas del conserje hasta que lo dejó hablando solo en el vestíbulo para subir sus cosas a su dormitorio.

Tras dejar sus cosas en el dormitorio y liberar a los molestos ocupantes de la jaula que había llevado agitadamente hasta el colegio, Alis se dispuso a ir a visitar a Hagrid, sin embargo en el camino se encontró con Harry, Ron, Hermione y Ginny que iban entrando a la sala común.

-Hola – los saludo animada –. Iba a ir a ver a Hagrid, Tonks y yo conseguimos tejerle una bufanda.

-¿Entonces es en donde estuviste el resto de las vacaciones? – le pregunto Harry.

-Sí, ya sé que mi salida fue muy teatral, pero... bueno se suponía que iría desde un principio a pasar las vacaciones con mis tíos y Tonks luego discutí con George y el cinismo de Percy... lo siento Ginny, pero tus hermanos me sacan de quicio.

-Te comprendo – le dijo negando con la cabeza.

-Ah por cierto Harry – Hermione rebuscó en su bolsillo y extrajo un rollo de pergamino.

-¡Perfecto! – exclamó Harry, y se apresuró a desenrollarlo –. Tengo muchas cosas que contarle, y a ustedes también. Vamos a sentarnos...

Pero en ese momento se oyó un fuerte «¡Ro-Ro!», y Lavender Brown salió a toda velocidad de no se supo dónde y se arrojó a los brazos de Ron. Algunos curiosos se rieron por lo bajo; Hermione soltó una risita cantarina y dijo:

-Allí hay una mesa. ¿Vienes, Ginny?

-No, gracias, he quedado con Dean – se excusó Ginny, aunque no lo decía con mucho entusiasmo.

-Bueno a mí me cuentas luego Harry, iré a ver a Hagrid primero, me muero de ganas de ver su cara cuando le dé la bufanda.

Alis esperaba que Hagrid hiciera algún gesto al mirar la primera bufanda que Tonks y ella habían creado juntas, pero en cambio pareció encantarle y se la puso en ese mismo momento.

-La próxima vez intentaremos tejerte un suéter, le pediremos algunos consejos a Molly.

-No tienen que molestarse – le dijo Hagrid con una sonrisa que reflejaba lo contrario –. ¿Cómo estan Tonks y Lupin?

-Bien, Remus y yo discutimos un poco, pero espero que reflexione y podamos solucionar las cosas, a veces me parece que es demasiado tonto, en fin Tonks y yo nos lo pasamos de lo lindo en Año Nuevo, intentamos cocinar un extraño platillo Tailandés y casi quemamos la cocina dos veces, terminamos por descubrir que los muggles te mandan comida a domicilio.

-¿Enserio?

-Sí, nada del otro mundo, pero... nos divertimos, siempre actúa como una hermana mayor, pero esta vez fue diferente, solo un poco, fue como... creo que como si adoptara un aire maternal, fue lindo.

Alis pasó cerca de una hora platicando con Hagrid y bebiendo té antes de regresar al castillo y darse una vuelta para ver si se encontraba con Draco, tuvo suerte y diez minutos después lo encontró saliendo de la sala de menesteres.

-¿Trabajando?

-Hola – la saludo con una sonrisa que le iluminó el agotado rostro –. Sí, un poco.

-Te ves terrible – le dijo acercándose para besarlo –. ¿Todo fue bien?

-Nada de qué preocuparse, bonito suéter.

-Ah pues gracias, me lo hizo Molly por Navidad.

-¿Te gusto mi regalo?

-Muy bonito – le dijo sacándose la fina cadena de oro de debajo de jersey, un pequeño dragón de oro verde colgaba de ella –. Me superaste – le dijo peinándole el cabello con los dedos.