Alisa Black

La Locura de Ron

Cassius le tendió el brazo ceremoniosamente para escoltarla y Alis se lo tomó para seguirlo. Cuando pasaron a un lado de los campeones Harry y Hermione la miraron sorprendidos por su pareja y Cedric se tropezó con la túnica cuando intento seguirla perplejo.

Alis se fijó en la decoración mientras entraban. Habían recubierto los muros del Gran Comedor de escarcha con destellos de plata, y cientos de guirnaldas de muérdago y hiedra cruzaban el techo negro lleno de estrellas. En lugar de las habituales mesas de las casas había un centenar de mesas más pequeñas, alumbradas con farolillos, cada una con capacidad para unas doce de personas.

  -A tu novio no le hizo mucha gracia ¿verdad?  

-Es que no sabía con quién vendría, no creo que salte de la felicidad, pero le dije que venía con un buen amigo.

Alis y Cassius se acomodaron en la misma mesa que Ginny, Neville, Ron y Padma.

-No creo que sea de su agrado.

-Creo que esperaba que viniera con alguien de Ravenclaw.

-¿Cómo es eso?

-Estuvo tratando de averiguar desde que supo que venía con alguien más y como mi mejor amiga – señaló a Ginny con la barbilla – es su aliada, ambos se propusieron adivinar. Les di pistas.

-¿Cómo que venias con un buen amigo? – le preguntó mordaz.

-Así es, también que no vendría con nadie de las otras academias ni con nadie de Gryffindor y bueno por su cuenta descartaron a los de Hufflepuff.

-Porque ninguno invitaría a la novia de su campeón.

-Exactamente, les dije que no vendría con Draco y bueno debieron suponer que sería alguien de Ravenclaw.

-¿Con Draco Malfoy?

-Es una larga historia – los campeones comenzaron a pasar con sus parejas y todo prorrumpieron en aplausos cordiales. Alis pudo ver en la mesa principal a Percy y lo saludo con la mano el muchacho se puso colorado y le devolvió el saludo con torpeza.

Alis se sentó entre su compañero y Padma que parecía ser la que menos se fijaba en con quien venía mientras le dedicaba miradas de odio a Ron que no dejaba de mirar a Hermione con los ojos y la boca abiertos.

-Supongo que tenemos tiempo – le dijo educadamente.

-Pues veras – suspiro Alis –. El año pasado me confesó que le gustaba a principios de curso y me pidió que lo dejara acercarse a mí a cambio de que evitará que despidieran a Hagrid, suena un poco como un chantaje, pero es complicado.

-Te escucho.

-Sabiendo que no me comprometía a nada acepte y una cosa llego a la otra, nos peleamos como cada cinco minutos porque me hizo una mala pasada un día que estaba de mal humor así que en ese tiempo yo estaba un poco... estaba pasando por una mala época y me distancie de mis amigos así fue como comencé a ser más cercana a Cedric, él fue quien me llevó a la enfermería el día que Harry y yo nos caímos de la escoba.

-Algo horrible de ver, pero fue culpa de los dementores ¿no?, atacaron a Potter.

-Sí, algo así – asintió ella –. Bueno para no acerté la historia más larga comencé a sálico con Cedric a finales de noviembre y bueno al final del tercer trimestre Draco me fue a pedir disculpas.

-Se tardó – Alis comenzó a echar un vistazo en su menú y Cassius la imito, cuando por fin hubieron pedido y la comida subió a sus platos ella continuó.

-Así es él, creo que cuando alguien te importa o lo quieres aprendes a aceptarlo en vez de querer cambiarlo, Draco es un cretino, pero le tengo cariño – acepto Alis.