Antonio.-
Cuando Danna dijo que no era necesario que pasara por ella a su casa a la mañana siguiente, pensé que de nuevo se ausentaría en la escuela, nunca imaginé que un tipo algunos años mayor que ella de cabello castaño claro, piel blanca y bien parecido la dejaría en la entrada de la escuela mientras se despedían alegremente.
—Hola —saludé interceptándola en el pasillo.
—Buenos días —saludó ella con una pequeña sonrisa en los labios.
—Lamento no haber ido ayer, un imprevisto surgió y... terminé toda la tarde ocupado —mentí, Danna asintió restándole importancia.
—No te preocupes, de igual forma no fue nada grave y hoy dan de alta a mi abuelo —informó.
—Me alegro
—Sí, igual yo
—¿Puedo preguntarte algo?
—Supongo que sí
—¿Quién era el sujeto que te trajo? —Danna me miró con una ceja enarcada y negó ligeramente con la cabeza.
—¿Importa?
—Sí
—No creo
—Sí, importa, sobre todo cuando me cambiaste a mí como tu chofer designado por ese hombre que obviamente es mayor que tú —tal vez eso se escuchó como un reclamo, pero no me importaba, quería saber qué estaba sucediendo.
—Sí, se supone que debe lucir mayor que yo —respondió Danna sin inmutarse por mi reclamo, fin, lo acepté, sí fue un reclamo.
—O sea, no quisiste salir conmigo pero aceptas que un... un señor te traiga a la escuela
—Ese señor es mi tío, ¿feliz? —contestó sin dejar de caminar.
—¿Tu tío?
—Sí, ¿quieres análisis de ADN para comprobarlo?
—No es necesario el sarcasmo, yo... bueno, él no tiene la apariencia de ser muy mayor para tener sobrinos de tu edad
—Mi madre fue una mamá joven y él es menor que ella como por siete ocho años —explicó—, no es que realmente tenga que estarte explicando esto —agregó.
—Sí, lo sé, disculpa de nuevo, a veces hablo sin pensar
—A veces lo he notado —respondió ella.
Danna.-
—Ven aquí —exigió Marlen en cuanto estuve en su campo de visión, me dio un gran abrazo que obstruyó un poco mis vías respiratorias y luego me soltó dedicándome una gran sonrisa.
—¿Qué sucede?
—Suceden muchas cosas, pero justo ahora no podemos hablar de eso —respondió mirando a los lados en el salón, suspiró y la sonrisa regresó a su rostro.
—¿Tiene que ver con Genaro? —ella tomó aire y asintió.
—Sí y que ayer faltaste alguien vino a visitarte —informó.
—¿A mí?
—A ti amiga mía —confirmó Marlen.
—¿Quién?
—Te cuento después, tu Antonio puede escuchar y entonces se volvería un poco loco
—No creo, y él no es mío, así que vamos, cuéntame —pedí tomando asiento, dejé mi mochila y me dispuse a escuchar a la castaña frente a mí.
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Mentiras de Amor
Teen Fiction¿Qué haces cuando intentas reparar un corazón roto por tu propia cuenta? ¿Le lloras día tras día a la chica que te dejó por uno de tus mejores amigos? Porque claro, la sigues amando. ¿Sales con un montón de chicas para olvidarla? No, ninguna de la...