Capítulo Cincuenta y Seis

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Karly sabía que nunca antes se había sentido amenazada o insegura de sí misma a causa de otra chica, mucho menos si a estas alturas de su vida, se trataba de una chica un año menor, pero claro, nunca antes lo había hecho porque ninguna de sus relaciones anteriores habían sido tan importantes para ella cómo lo era la actual.

Y sabía que tal vez se estaba preocupando de más y en vano, porque sabía que Daniel era sincero con ella, sabía que el sentimiento que había entre ellos era algo especial, algo verdadero, pero también sabía que había algunas personas un poco locas, prueba de ello era Sofía y todo el asunto que había armado el semestre anterior y temía que esa clase de locura fuera el caso de la chica que estaba siendo causa de todos sus disparatados pensamientos.

—Hey, qué tanto piensas —le preguntó Daniel robando un fugaz beso de sus labios manteniendo con su mano su barbilla erguida. Karly le dedicó una pequeña sonrisa que murió ahí mismo y suspiró rendida con dolor de cabeza.

—Ya sabes lo que pienso —respondió en voz baja envolviendo la palma de su mano alrededor de la muñeca de su novio, Daniel subió los nudillos de su mano acariciando la mejilla de Karly intentando encontrar las palabras adecuadas para darle tranquilidad a la mujer que más amaba en el mundo y tenía frente a él.

—¿En mí y lo estupendamente sexy que soy? —bromeó el muchacho logrando hacerla sonreír—, mi amor, no sabes lo que daría por no verte preocupada —aseveró.

—Lo lamento, no quiero preocuparme pero es que... es casi inevitable, ella es... tan desesperante que terminará volviéndome loca

—Sólo si tú le das ese poder Karly —insistió Daniel—, lo cual me ofende un poco considerando que lo único que hago es demostrarte que tú eres lo más importante en mi vida, la única mujer para la que hay espacio en mi vida

—Y tú eres el único hombre que existe para mí —respondió Karly cerrando la distancia entre su novio y ella—, yo... no dejaré que ella se meta entre nosotros —prometió alzando su mano entre ambos y levantando su dedo meñique, Daniel sonrió ampliamente y también levantó su dedo meñique enganchándolo al de su novia.

—Te amo —musitó Daniel sobre la boca de Karly, la sintió sonreír, enredar sus brazos alrededor de su cuello y asegurar algo que definitivamente, lo transformó en el hombre más dichoso sobre el planeta.

—También te amo —inquirió Karly presionando sus labios contra los de él.

Danna.-

—¿Y cuándo iremos a Texas? —preguntó Marlen terminando de comer un mazapán sentada en mi cama.

—Necesitamos ir pronto, tengo ropa que comprar y si espero mucho tiempo terminaré gastándome ese dinero en otras cosas —informó Andrea, como si yo no supiera ya eso.

—No sé si quiero ir a Texas —murmuró Karly cambiando uno por uno los canales de la televisión sin realmente poner atención, todas la miramos incrédulas y ella suspiró—, hace calor y quisiera pasar algo de tiempo con Daniel

—Las tiendas tienen aire acondicionado —informó Marlen— y... supongo que Daniel puede venir, ¿no?

—No, es fin de semana de sólo chicas, ellos tendrán su fin de semana de machos así que si te quedas probablemente no será divertido —les recordó Andrea.

—En Texas sólo estaremos unas horas —interrumpí abriendo algunos cajones para terminar de hacer mi maleta para el fin de semana—, máximo cuatro

—Pero tenemos que ir de compras o el viaje habrá sido en vano —dijo Andrea.

—No habrá sido en vano, seré entrevistada para saber si puedo tener un semestre foráneo

Mentiras de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora