Capítulo Ciento Seis

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Danna.-

Escuché un ligero sollozo proveniente del vestidor donde Marlen seguía metida, Karly me miró con una inquisitiva ceja enarcada y me encogí de hombros.

—¿Mar, estás bien? —cuestionó Karly.

—...No, estoy gorda Karly, no me cerró el vestido —se quejó la castaña aún en el interior y sonando un poco desesperada, dude de que eso fuese cierto porque Marlen lucía muy bien, pero la manera en que sonó su voz también me preocupó.

—Eso no puede ser Mar, es tu talla de siempre, vamos sal, hay que ver cómo te quedó —incité, Karly y yo esperamos un par de segundos hasta que Mar salió y nos mostró el pequeño defecto del vestido que usaría para la graduación, el cierre en el costado se atascaba un poco en su cadera.

—No es tan malo —inquirió Karly—, señorita, podría traernos la siguiente talla de ese vestido, ¿por favor? —la encargada de la tienda sonrió amablemente y asintió antes de marcharse con un educado "en seguida".

—Es muy malo —contradijo Mar limpiando el contorno de sus ojos con el dorso de su mano, borrando el rastro de unas pequeñas lágrimas que quisieron escapar de sus ojos.

—No lo es —apoyé a Karly—, Mar, la talla no importa, realmente te verás preciosa en la que quiera que uses

—Gracias... pero, no se trata sólo de eso —murmuró bajando un poco la mirada—, es que... Jesús, estoy tan sensible —Karly y yo nos miramos con preocupación y esperamos a que Mar dijera algo más—, esto sólo seguirá y seguirá

—¿Qué es lo que seguirá? —interrumpió Karly.

—Mi cadera ensanchándose, mi vientre creciendo y creciendo y es que es tan hermoso y tan preocupante a la vez —inquirió Mar; eso fue como un poco de agua fría cayendo sobre mí de repente y a juzgar por la expresión de Karly también lo fue para ella.

—Estás embarazada —casi afirmó Karly, Mar asintió y luego se encogió ligeramente de hombros.

—Son, a parte de Genaro, las primeras en saberlo

—¡Seremos tías! —exclamamos Karly y yo casi al mismo tiempo.

—Disculpen, el vestido —interrumpió la encargada de la tienda, Marlen lo tomó y se dirigió al probador nuevamente—, las dejaré a solas un momento, si necesitan cualquier otra cosa no duden en llamarme

—Gracias —murmuré—; ¡Mar!, ¿cómo?, no, no respondas eso —pedí, ella salió del probador con el nuevo vestido quedándole a la perfección y sonrió a nosotras desde el espejo.

—Estoy de casi tres meses —informó.

—¿Hasta cuándo se organiza el baby shower? —quiso saber Karly, las tres sonreímos y luego de pagar nuestros vestidos y comer un poco de grasas malas finalmente tuvimos un momento para conversar.

—¿Cómo lo tomó Genaro? —preguntó Karly.

—Está feliz, lo tomó muy bien... uhm, es inesperado pero ya no somos unos niños, conocíamos los riesgos y creíamos que nada pasaría, lo cual fue muy imbécil, pero como ya dije, será hermoso, sobre todo porque nunca me imaginé ser mamá a esta edad y... tengo un poco de pánico pero también estoy muy me entusiasmada —narró contagiándonos de alegría por la nueva noticia de un bebé y de entusiasmo al verla tan emocionada.

—No dejes que te rapten de nuevo por tantas horas —pidió Antonio besando mi frente cuando me encontré con él y rodeando mi cintura con su brazo.

Mentiras de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora